Hemos hablado en muchas ocasiones que el manejo de una imagen prolija y responsable de las marcas es importante para su posicionamiento y para reforzar el engagement con sus públicos. Pero, ¿qué tanto pueden arriesgar las firmas con tal de incrementar ventas?
ZTE es una marca de origen chino que busca posicionarse en el mercado tecnológico global, particularmente de smartphones. Sin embargo, ha sido sancionada con más de mil millones de dólares por violar reglas de mercado.
Así lo señaló el Departamento Comercio de Estados, Unidos, del que es titular Wilbur Ross y, desde que asumió dicha posición en la administración Donald Trump, prometió ser estricto contra quienes “desacaten nuestras sanciones económicas y normas sobre control de exportaciones”.
De tal forma, se determinó una multa por mil 200 millones de dólares contra ZTE por vender equipo tecnológico a Irán y Corea del Norte y, con ello, violar así los términos del embargo.
Lo anterior, debido a que, entre 2010 y 2016 el gigante de telecomunicaciones chino vendió equipos para redes de telefonía celular por un monto de 32 millones de dólares a Irán, mientras que durante ese mismo periodo envió 283 embarques de teléfonos celulares a Corea del Norte, según ignoran agencias como AFP.
Por su parte, ZTE aceptó la responsabilidad por haber cometido violaciones a las restricciones de comercio impuestas por el gobierno estadounidense.
Este impacto puede ser importante para la imagen de la marca, misma que además estará imposibilitada para la exportación de su tecnología.
Cabe destacar que las autoridades reguladoras de Estados Unidos son estrictas, sin importar el tiempo de marca. En enero pasado, la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) decidió multar a Uber por 20 millones de dólares por prácticas laborales engañosas.
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