La seguridad y protección de los datos personales de los usuarios es un tema que todas las marcas deben procurar, de lo contrario, puede derivar en una cascada de problemas derivando en un impacto negativo en ellas. El caso de Zoom es el mejore ejemplo de ello.
El sistema de videoconferencias o de reuniones virtuales no para de enfrentar contratiempos desde que se diera a conocer un presunto acuerdo con Facebook para compartir información sobre las sesiones que realizaban sus usuarios.
La situación ha derivado en diversas problemáticas para Zoom Video Communications, propietaria de la aplicación y servicio. El más reciente efecto es una prohibición de Google a todos su empleados a usarla en las computadoras de la compañía debido a ‘vulnerabilidades de seguridad’.
Así lo indica un informe de Business Insider, el cual cita fuentes internas de la tecnológica de Mountain View, quienes revean la existencia de un correo electrónico en el cual se les hace dicha indicación a todo el personal.
“Durante mucho tiempo hemos tenido la política de no permitir que los empleados usen aplicaciones no aprobadas para el trabajo que están fuera de nuestra red corporativa, (…) Recientemente, nuestro equipo de seguridad informó a los empleados que utilizan Zoom Desktop Client que ya no se ejecutará en computadoras corporativas, ya que no cumple con nuestros estándares de seguridad”, refiere un comunicado de un portavoz de Google citado por el medio.
El peor momento para Zoom
El servicio es uno de los que registraron una mayor demanda en las últimas semanas a medida en que en diversos países el home office se fue haciendo una generalidad -en su caso fue de hasta dos mil por ciento en el número de usuarios-, esto derivado de las recomendaciones por parte de las autoridades de cada país para contener al coronavirus.
Producto de ello, hoy la gran mayoría de las empresas requieren de realizar conferencias virtuales para mantener activos diversos procesos proyectos, por lo que recurren a servicios como Skype, Microsoft Teams, y Google Meet, entre otros.
Algo que parecía muy bueno para Zoom, sin embargo, las últimas semanas han sumado problemas a la compañía; primero se difundió lo de Facebook, a raíz de eso un usuario presentara una demanda en contra de la marca, luego se publico otro informe que revela que presuntamente al menos 15 mil videollamadas de usuarios de la plataforma estarían disponibles a cualquier persona.
Y, más recientemente, la desconfianza de grandes marcas, primero fue Elon Musk, quien solicitó a los empleados de Tesla no utilizar esta app, y ahora Google.
Un efecto cascada que implicará un impacto negativo a la reputación corporativa de la marca y una posible desconfianza por parte de los usuarios, esto pese a los esfuerzos por contrarrestar la situación.