Las herramientas de videollamadas y de comunicación corporativa a distancia, han sido las grandes ganadores en medio de esta crisis sanitaria. Basta con ver los números que giran alrededor de Zoom, Teams y similares para dar cuenta de esto.
Un reciente análisis firmado por App Annie, el cual indica que los usuarios gastaron más de 23 mil millones de dólares en descargas de aplicaciones durante el primer trimestre del año, en donde los mercados con mayor participación son aquellos que justamente se vivieron o atraviesan situaciones de confinamiento masivo: Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
Las más utilizadas
En este juego, aplicaciones como Zoom han registrado un especial crecimiento ante la necesidad de las personas por mantener comunicación con sus seres queridos así como empleados a distancia.
Las cifras no mienten. De acuerdo con datos entregados por Statista, las aplicaciones más utilizadas para realizar videollamadas en medio de este proceso de confinamiento han sido Zoom (+4076 por ciento), Google Hangout (+2501 por ciento), Skype Video (+812 por ciento), WhatsApp Video (+441 por ciento), FaceTime (+231 por ciento), Facebook Calls (+231 por ciento) y Google Duo (+227 por ciento).
Aunque en un primer momento, esta plataformas se ubicaron como la solución al necesario cambio en el terreno laboral, lo cierto es que después de tantos meses de uso, servicios como Zoom podrían estar afectando la productividad de lo equipos de trabajo.
Desgaste a la vista
A más de seis meses de que el home office y el teletrabajo se convirtieran en la norma más por obligación que por gusto, los especialistas aseguran que el uso excesivo de herramientas como Zoom, Slack o Teams está acabando con el rendimiento de los equipos a largo plazo.
Así lo revela un estudio de la empresa consultora Eagle Hill, el cual indica que el 45 por ciento de los empleados afirma estar agotados por la comunicación a distancia, la falta de apoyo de sus jefes, el aumento de la carga de trabajo y lo difícil que resulta compaginar su carrera y vida privada durante la pandemia.
Lo anterior, gana mayor sentido si comiéramos que, según un estudio de la Universidad de California, las videollamadas requieren un mayor esfuerzo que las con versiones normales.
Por ejemplo, se ha propuesto el audio como la razón principal por la que las reuniones de video están agotando a los usuarios. Resulta que los retrasos de milisegundos en las respuestas verbales virtuales afectan negativamente nuestras percepciones interpersonales, incluso sin ningún problema técnico o de Internet.
Técnicas para mejorar la productividad
Estos factores en conjunto han terminado por desgastar a los equipos de trabajo, lo en el futuro inmediato será un problema ante en avance de la epidemia y las nuevas reglas en el terreno laboral que se desprenderán de esta crisis.
Con esto en mente, y retomando un reporte entregado por Business Insider, compartimos 4 estrategia para evitar que la llamada “fatiga de Zoom” se lleve la productividad de tu equipo de trabajo:
Horarios compartido
Es importante que las videollamadas y demás encuentros virtuales se lleven en un entorno con las menores distracciones posibles y en un entorno de home office, es vital que se elijan horarios que acomoden a todos los miembros del equipo para poder “alejarse” de estas distracciones. Llega a consensos sobre horarios en los que habrá juntas y otros en los que estas reuniones quedan prohibidas.
Promueve prácticas unas desde arriba
Es importante establecer límites entre las horas de trabajo y aquellas que estarían dedicadas a cuestiones personales.
Es importante seguir estas prácticas con especial rigor y desde las esferas más altas e cualquier empresa para evitar el agotamiento, la baja moral y la alta rotación de personal.
No todo son videollamadas
Si bien las videollamadas puedan dar cierta certeza y control sobre el equipo, su uso frecuente desgasta premiosamente, por ese sentido de vigilancia que traen consigo.
La recomendación es encontrar un equilibrio entre el uso de llamas en video dentro de Zoom o Slack con llamadas telefónicas y otro tipo de contacto que permita salir de la que ahora se ha vuelto la rutina,Un estudio de la Escuela de Administración de la Universidad de Yale encontró que las personas pueden estar más conectadas emocionalmente cuando escuchan atentamente sin verse a través de una pantalla.
Más allá del trabajo
En tiempos de lejanía y distanciamiento social, es necesario recuperar el tono personal de las conversaciones,. Comienza las videollamadas haciendo preguntas generales sobre la vida de los empleados para generar un ambiente mucho más privado y humano a la conversación.