• La plataforma de videoconferencias Zoom, que cuenta con más de 300 millones de usuarios en el mundo, se pone al día para combatir la “fatiga de zoom” a través de la “Vista Inmersiva”. 
• Otras aplicaciones como Microsoft Teams y Google Meet ya tienen avances similares, consolidándose una tendencia natural hacia mejorar la experiencia de inmersión social. 
• De este modo, Zoom se va acercando a su objetivo, pasar de ser una simple plataforma de videoconferencias a una app de uso profesional. 

Es innegable el éxito de Zoom, la plataforma preferida por todos para realizar videollamadas y conferencias virtuales de trabajo. Ha sido, además, imprescindible a la hora de conectar a personas que, limitadas por las calamidades de la pandemia, no tendrían otra forma de interactuar con sus seres queridos. Sin embargo, el uso regular y hasta intensivo de la plataforma estaba provocando algo que los científicos llamaron “fatiga de zoom”, un efecto que la empresa está buscando revertir a través del lanzamiento de la función “Vista Inmersiva”.

Se trata de una nueva funcionalidad que permite que todos los participantes de una videoconferencia aparezcan reunidos en una misma sala virtual. Se trata de decir adiós a la vieja costumbre de ver los rostros de nuestros colegas, amigos o familiares encerrados cada uno por su cuenta en su respectiva pantalla.

Ahora, Zoom lanza la “Vista Inmersiva” que permite adaptar un fondo virtual distinto dependiendo del número de participantes de una videollamada. La peculiaridad es que los rostros y torsos de los asistentes aparecen reunidos, en un orden muy similar al que tomarían dentro de un aula de clases, una sala de conferencias o un desayunado de cocina reales.

Hace poco, comenzó a popularizarse el término “fatiga de zoom”, aludiendo a las afectaciones psicológicas que presentan las personas tras estar conectados a videoconferencias día y noche, todos los días de la semana. Jeremy Bailenson, director fundador del Laboratorio Virtual de Interacción Humana de la Universidad de Stanford, enfocó sus investigaciones en las consecuencias mentales y físicas provocadas por la utilización intensiva de videoconferencias vía Zoom.

Entre sus hallazgos encontró algo fundamental. La razón de la fatiga no está solamente vinculada a cuestiones físicas como la postura o el cansancio de la vista tras pasar varias horas frente a un monitor. Al parecer, Bailenson encontró que uno de los principales defectos de la interacción vía Zoom era que crea la sensación de una total desconexión con las personas que nos hablan gracias, precisamente, a la naturaleza de la interfaz que utiliza la aplicación.

El investigador señala que a pesar de que Zoom es sensorialmente muy realista, logrando captar la voz, los sonidos y las imágenes y transmitirlas en modo real de un modo muy satisfactorio, la aplicación no logra crear un realismo social.

Bailenson explica que el tamaño de los rostros en una pantalla, cuando están demasiado cerca de la cámara, pueden ser desproporcionadamente grandes en relación con lo que las personas están acostumbradas a ver cuando platican con un compañero de trabajo o cuando realizan una exposición. Esto sin contar que el comportamiento social y los gestos que regularmente utilizamos para comunicarnos de modo presencial no aparecen de modo natural cuando nos conectamos por Zoom.

De este modo, cuando utilizamos la función de “Vista Inmersiva” podemos ver a los participantes aparecer de un modo más similar al que estábamos acostumbrados antes de la pandemia. Esta podría ser la apuesta de Zoom para mantenerse como la alternativa de teletrabajo durante y después de la pandemia, sin que su uso signifique un problema de salud pública.

Siguiendo los pasos de Microsoft y Google Meet

Algunos internautas califican la nueva función de Vista Inmersiva de Zoom como una copia de la misma función de Microsoft Teams, pero la realidad es que se trata de una innovación que ya habían anunciado desde octubre de 2020.

Además, existe una tendencia entre las empresas de la competencia hacia el mejoramiento de la interfaz y la experiencia de usuario. Todo con miras a evitar el llamado burnout. De hecho, Google Meet recientemente anunció que, a partir de mayo, liberará una serie de funciones para dar más espacio a la hora de compartir contenido en una videollamada, mejorar la calidad en la exposición de los rostros de los participantes y una mejora en la interfaz que permitiría reducir los niveles de estrés.

En fin, se trata de un giro necesario entre las empresas de este segmento para posicionarse de cara a un futuro postpandemia donde el teletrabajo llegó para quedarse.

Por ahora se sabe que la “Vista Inmersiva” de Zoom está disponible para todos los usuarios, sean premium o no. Además permite que el anfitrión acomode manualmente a los participantes en el fondo virtual y cambiar el tamaño de los rostros de acuerdo a las preferencias de interacción.

Este lanzamiento es uno de muchos que le esperan a la empresa estadounidense en su carrera por consolidarse como una app de uso profesional, más allá de un programa de videoconferencias, tal como lo declaró recientemente David Calvo, jefe de ventas para el Sur de Europa de Zoom. Además hay que recordar que hace poco más de una semana Zoom anunció un fondo de más de 100 millones de dólares para el desarrollo de un ecosistema de apps para la plataforma.