En 2019, un vestido blanco con pequeƱos lunares negros fue la sensaciĆ³n del verano en Europa y sus ventas ayudaron a Zara a enfrentar un mercado en retroceso. Fue un verdadero golpe de suerte de la marca de Inditex, un hallazgo que seguramente alguien de marketing lo debe haber capitalizado.
Ahora, mĆ”s de dos aƱos despuĆ©s, la compaƱĆa que lidera el fast fashion y que tiene tiendas en casi todo el mundo, incluida AmĆ©rica Latina, desde MĆ©xico hasta Chile, apuesta por la misma estrategia.
“El buque insignia de Inditex ha puesto a la venta una nueva versiĆ³n del vestido de lunares que ha sido todo un Ć©xito, pero transformando su estampado en uno de flores”, publica 20Minutos este lunes 18 de octubre, en referencia al lanzamiento de producto de Zara en EspaƱa.
Es un vestido con un corte casi idĆ©ntico al de lunares en blanco y negro que le permitiĆ³ ganar millones, pero con un predominio de tonos rojos, naranjas y violetas.
Las caracterĆsticas generales del nuevo vestido son parecidas a las del que fuera famoso, con cuello redondo y mangas largas con un elĆ”stico en el puƱo.
EstĆ” fabricado bajo el estĆ”ndar Green-to-Wear 2.0, uno de los programas de Inditex para reducir el impacto ambiental de la producciĆ³n textil. El precio, casi 40 euros. Hace dos aƱos, el vestido que hizo historia costaba mĆ”s: 50 euros.
En las ventas de 2019, aquel vestido ganĆ³ fama mundial porque en el reporte de ganancias de ese aƱo fiscal, donde Inditex informĆ³ un aumento notable en las ventas, los analistas destacaron que el vestido de lunares fue clave para que el minorista de ropa mĆ”s grande del mundo resistiera las dificultades del mercado mundial, publicaba el Financial Times.
SegĆŗn aquel informe de la empresa, el grupo espaƱol generĆ³ 14 mil millones en ventas en el primer semestre de ese aƱo gracias a que las ventas aumentaron un 5 por ciento y las ganancias brutas un 7 por ciento, hasta 8 mil millones.
El vestido con lunares fue tan popular que la marca le abriĆ³ su propia cuenta de Instagram. Los usuarios decĆan que era cĆ³modo y fĆ”cil de usar, se adaptaba a las diferentes formas de cuerpos y que se podĆa usar en la playa, en bodas o en el trabajo.
En ese verano en EspaƱa, se convirtiĆ³ en algo imprescindible, casi en un producto de culto y se agotĆ³ en los puntos de venta.
Se produjo algo raro para el mundo de la moda: la gente no se preocupaba por que se vieran todos iguales, con el mismo vestido, por el contrario, entendieron que al comprarlo era como āparte de un clubā.