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Zara tiene una marca madrastra malvada, por intimidar a tiendas que han pedido un descuento para pagar las rentas que les cobra durante la contingencia.
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El mercado de retail se encuentra en una transformación llena de retos, como el tener que pagar la renta de las tiendas, sin lograr ventas en ellas.
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El desafío del retail se ha marcado cada vez más, por la adaptación que ha venido teniendo el consumidor a a nueva realidad.
La nueva normalidad se ha convertido en una de las etapas más desafiantes en la historia contemporánea del consumo, debido a que se han encaminado una serie de nuevas normas, desde las que se establecen oportunidades únicas para los consumidores y evidentemente para las marcas, sobre todo en un momento en que estas han tenido que apostar cada vez más por la innovación.
Algo que tenemos que tener en mente, es que esta innovación tiene que se comprendida como una apuesta que patenta nuevas prácticas, que llevarán a una transformación del mercado a la realidad que se está viviendo.
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La hermana malvada de Zara
Zara tiene una madrastra llamada Pontegadea, que se dedica a la industria inmobiliaria y las malas prácticas que ha llevado a cabo, le han puesto en la mira generando todo tipo de críticas contra el universo de Amancio Ortega.
El calificativo de madrastra se basa en cifras como las proyectadas por Expresa, donde el medio reconoce que Potengadea es un vehículo de inversión inmobiliaria, dueño del 59 por ciento de Inditex y según un estimado proyectado por El País, la compañía tiene una cartera valuada en 13 mil millones de euros.
El medio español también advierte que del total de sus propiedades, el 35 por ciento de ellas se encuentran en Estados Unidos, un 30 por ciento en Reino Unido y un 25 por ciento en España, siendo la alta plusvalía de estas propiedades, el común denominador de todas ellas.
Para medir la magnitud de los espacios de los que es dueña la compañía, gran parte de las tiendas de Oxford Street en la ciudad de Londres, almacenes de Amazon y Campos Elíseos en París, son parte de su carta de presentación.
El enorme músculo que hemos descrito sirve para comprender la magnitud de las acusaciones hechas por tiendas, que aseguran ser víctimas de tácticas de intimidación tras haberle pedido a la compañía que reduzca las rentas debido a la situación que se vive, en que la pandemia de COVID-19 ha causado enormes estragos en los puntos de venta físicos, llevando a muchos de estos a cerrar.
Un testimonio asegura que esta poderosa empresa sentenció a que por cada mes de impago, se comprometían a extender un año el contrato.
La compañía madrastra de Zara está consciente de la pésima situación que atraviesa el retail y en especial los puntos de venta físicos, lo ha vivido en carne propia con las tiendas de Inditez, solo que ellas tienen el poder de migrar sus operaciones a digital y cerrar sus tiendas físicas.
El ejemplo de otras marcas
Mientras que la parienta de Zara es impopular por sus tácticas para cobrar la renta a tiendas, otras marcas como Apple han condicionado su permanencia en tiendas de Reino Unido, al descuento que se haga e incluso suspensión de pago, por la pandemia (también porque vio que a tiendas vecinas les reducían la renta menos a ella).
La conclusión que podemos hacer de este caso es que el retail se encuentra en una fase de adaptación, la cual está tomando tiempo y muchos recursos económicos.