Las marcas siguen sorprendiendo a todos los consumidores con sus campañas publicitarias que impactan por el mensaje que dan, un ejemplo es YSL Beauty con su proyecto contra la violencia de pareja que dejó a más de uno con la boca abierta.
Y es que en un entorno saturado de mensajes comerciales y ante consumidores cada vez más informados y exigentes, las marcas han encontrado en el activismo y el compromiso social una forma de diferenciarse, conectar emocionalmente y generar valor más allá del producto. Ya no basta con ofrecer calidad o precio competitivo: hoy, los consumidores quieren saber qué defienden las marcas, a qué causas se alinean y cómo contribuyen a transformar positivamente su entorno.
De acuerdo con el informe “Meaningful Brands 2023” de Havas Group, el 64 por ciento de los consumidores esperan que las marcas tomen posición en temas relevantes como la justicia social, el medioambiente o la equidad de género, y un 77 por ciento prefiere comprar a marcas que comparten sus valores.
Asimismo, según un estudio de Edelman llamado “Trust Barometer 2024”, el 68 por ciento de los consumidores cree que las empresas que se comprometen con causas sociales deben respaldarlo con acciones claras, no solo con marketing. Y el 56 por ciento ha dejado de comprar productos de marcas que considera hipócritas o incoherentes con sus mensajes públicos.
YSL Beauty impacta con esta campaña
Se trata de una campaña que se lanzó el pasado 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer, donde la marca YSL Beauty cuenta un potente mensaje sobre abuso y las relaciones tóxicas y que ha invitando a la reflexión y generando inspiración a nivel internacional.
La campaña que lleva por nombre “No lo llames amor”, se apoya en cuatro años de trabajo de la marca con el programa “El Abuso no es Amor” está siendo interpretada como una lección en compromiso social y activismo de marca que muchos buscan en una empresa actualmente.
Siendo la violencia física y psicológica dentro de la pareja una de las formas más extendidas de violencia en el mundo, por lo que la marca de belleza aborda desde 2020 un programa global orientado a prevenir y erradicar la problemática y contribuir a un mundo más seguro para las mujeres.
En el spot se pueden ver los códigos narrativos y estéticos de las categorías del lujo y la cosmética a la que pertenece la marca, para crear un storytelling sorprendente y visualmente impactante. Asimismo, con una puesta en escena sofisticada se revelan de manera sutil señales de violencia en la pareja.
Stephan Bezy, Director general internacional de YSL Beauty, dijo “Creemos profundamente en el poder de la belleza para fomentar un cambio positivo”.
Por su parte, Manon Ergin, Directora Global de Comunicación e Imagen de YSL Beauty, señaló que “Nuestro objetivo es crear un efecto dominó que vaya más allá de las campañas publicitarias tradicionales e impulse un cambio significativo a escala mundial”.
Son muchas las marcas que destacan por estas campañas, una marca que ha marcado la pauta es Dove, con su campaña “Real Beauty”, que desde 2004 promueve una visión inclusiva de la belleza. A través de mensajes que desafían los estereotipos corporales, raciales y de edad, Dove ha logrado reposicionarse como una marca aliada de la autoestima femenina. Según datos de Unilever, esta estrategia ha contribuido a incrementar la preferencia de marca en más de 30 países, reforzando su compromiso con el bienestar emocional.
Con eso vemos cómo el marketing con propósito se consolida como una estrategia transversal que impacta no solo en la comunicación externa, sino en la cultura interna, las operaciones y las relaciones con las comunidades.
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