Ya pasó la gran fiesta deportiva-televisiva-publicitaria del año. Bueno, por lo menos una de ellas, porque lo que viene para el mundial de Brasil ya será otro tema interesante a analizar desde el mismo punto de vista.
El Super Bowl XLVIII se llevó a cabo este domingo pasado con éxito en cuanto a la cantidad de televidentes que lo estaban observando en Estados Unidos. Según datos de Nielsen, 111.5 millones de personas lo vieron, mejorando el record que se había establecido en el partido de 2012, donde se enfrentaron los Patriotas y los Gigantes, y que fue visto por 111.3 millones de personas. Y a esta cifra hay que aumentar otras 528 mil personas que lo veían a través de la emisión en vivo que hacía Fox en línea.
En cuanto a la actividad de Twitter, Fox contabilizó 25.3 millones de tweets, donde los momentos estelares fueron en el regreso de patada del jugador de Seattle, Percy Harvin, con 429 mil tweets generados y la presentación del show de medio tiempo con 424 mil tweets.
Aunque, estas cifras tenían que bajar, probablemente por el marcador tan disparejo, y, de acuerdo a datos preliminares de Nielsen, la audiencia bajó a 96.9 millones de televidentes, una importante variación de 15% menos de televidentes que iniciaron viéndolo.
De cualquier manera, se consideran números sorpresivos, pues no esperaban que llegaran a esos niveles, sobre todo porque la emoción por el partido iba a la baja y no de acuerdo a las expectativas que se tenían del mismo.
Hay una gran cantidad de televidentes y aficionados fieles a esta celebración anual y que religiosamente siguen el rito de consumo cada vez que hay este partido.
Por ejemplo, se calculó que 48 millones de estadounidenses pedirían comida para llevar y se esperaba que 50 millones de cajas de 24 unidades de cerveza fueran bebidas, ¡1,200 millones de cervezas consumidas!
Otros datos:
600 millones de dólares es la derrama económica esperada.
Es el segundo día con el mayor consumo de comida, después del Día de Acción de Gracias en EEUU.
1,250 millones de alitas se consumen durante el juego, según estimación del Consejo Nacional del Pollo del mismo país.
Domino’s Pizza calcula que sus ventas superan en 30% a las de un domingo cualquiera.
Michoacán (con todo y su delicada problemática) exportó 600 mil toneladas de aguacate a EEUU para ese día.
Los espectadores que se encontraban en el estadio Metlife gastaron 12 mil 300 millones y tan solo en los 12 minutos que duró el show de medio tiempo fueron $64.5 por persona (arriba de los 5 millones de dólares).
Dentro de toda esta locura de consumo, no faltó quien quiso aprovechar el momento para lanzar su “promoción estrella”. El dueño de la mueblería Gallery Furniture en Houston, Jim McIngvale, puso una promoción especial con motivo del Super Bowl, apostando a que regalaría los muebles que compraran sus clientes (con un mínimo de 6000 dólares), devolviéndoles el importe de los mismos si perdían los Broncos de Denver. Resultado: el empresario perdió 7 millones de dólares al devolver su dinero a alrededor de 1000 clientes. A pesar de sus pérdidas, McIngvale sostuvo que la campaña fue exitosa desde el punto de vista de la mercadotecnia ya que “sirvió para construir una marca”. Se aceptan opiniones…
Y lo que sigue siendo también una tradición en esta fecha, es la transmisión (millonaria) de los spots de TV antes, durante y después del partido. Independientemente de opiniones de los consumidores o de sus resultados en ventas, Adweek le dio calificaciones a cada uno de ellos. Desde los más “aplicados” hasta los más “burros” se llevaron su nota. Fueron 46 calificados en total. Les dejo una muestra de cada una de las calificaciones:
Budweiser “Puppy Love” A+
Hyundai “Dad’s Sixth Sense” A
T-Mobile “Still No Contract” A-
RadioShack “The Phone Call” B+
Doritos “Time Machine” B
Chobani “Bear” B-
Jaguar “Rendezvous” C
H&M “Campaign Film” C-
Dannon Oikos “The Spill” D
¿Están de acuerdo con estas calificaciones? ¿o pedirían revisión de examen?