Bueno, debo reconocer que eché mano a un título un poco polémico aunque quizá no lo sea tanto… por un lado, la verdad es que si seguimos creando contenido a lo tonto (nada más por cumplir) lo único que vamos a lograr es perder tiempo y dinero, aparte de contribuir a la saturación digital, cansar a nuestros clientes y alejar más aún a nuestros prospectos. Si no vamos a dar algo de valor, calladitos nos vemos más bonitos.
Empecemos a entender primero que el contenido se crea para ser leído, no para rellenar nuestras redes o blogs. Segundo, que la base del contenido que sí se lee o se consume es porque es entretenido para la audiencia, otorga algo de valor, informa o educa. No hay más… Es algo que se llama contenido de valor y aunque ya las he mencionado anteriormente, ocuparé este espacio para resaltar de nuevo estas 5 características mínimas de un contenido de valor.
1.- Es útil y sirve a un propósito. Se distingue del contenido masivo porque hace la diferencia. Responde a una pregunta, ilustra en una situación determinada, sirve de guía a seguir para un interés específico.
2.- Es auténtico y representa el ADN de tu marca. Se crea al 100% desde la organización, es hecho en base a los valores que la marca quiere transmitir, es escrito con el corazón y con dedicación. Cuenta la historia que se espera oír de la marca.
3.- Es entretenido y crea emociones. Logra provocar una reacción emocional. Risas, carcajadas, contenido motivacional que hace reflexionar. Debe inducir a querer compartirlo naturalmente.
4.- Es relevante. Es el corazón de la estrategia exitosa: ese contenido debe ser lo que la audiencia está esperando ver, que tenga mucho sentido para ellos consumirlo, que esté basado en las raíces de sus valores, emociones y deseos.
5.- Se sirve en el mejor momento, en base a una estrategia. El contenido debe tener su timing exacto. Es contenido distribuido en el momento preciso, justo cuando la audiencia está más receptiva a consumirlo.
Si aplicas estas 5 características ten por seguro que tu contenido cumplirá con su objetivo principal: ser consumido. No contribuyamos al “relleno digital”.
Y eso va para todos, desde los que nos dedicamos a escribir estas columnas, pasando por los que se encargan oficialmente de las cuentas de las empresas en digital hasta los que posteamos alguna información en redes sociales.
Por favor, si tu contenido no cumple alguna de estas 5 características. ¡Para! Detén tu fábrica de creación/curación. Revísala. Ajústala y ponla a rodar de nuevo aportando algo.
¡Gracias por Leerme!
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