Llegar al público meta es y seguirá siendo el objetivo de las campañas de mercadotecnia y en esta época, donde lo digital se ha convertido en el común denominador, no es la excepción. Sin embargo, las prácticas y necesidades de los consumidores más jóvenes han marcado la necesidad de establecer nuevas formas de llegar a ellos: las aplicaciones móviles, mejor conocidas como apps. Pero ¿qué tanto están preparadas las empresas para adoptarlas?
Hace apenas unos años la tendencia marcaba como imperante el contar con una página web, como medio de información para llegar a los consumidores digitales y era común escuchar “si no estás en internet, tu empresa no existe”, por lo que compañías de todos los tamaños tuvieron que invertir en crear una imagen digital a través de esa plataforma, algunas incluso se arriesgaron a incursionar en el comercio electrónico.
Hoy, eso ya pasó a segundo término, ya que de acuerdo con el artículo “The Web Is Dying; Apps Are Killing It”, actualmente el 86% de la navegación en los móviles se hace desde apps, no desde el navegador. Cifra que obliga a replantearse la estratega de marketing y posicionamiento, ya que la mayoría de esos usuarios pertenecen a la generación Millenial o Homeland, los cuales se caracterizan por ser nativos tecnológicos y que están creando toda una revolución en la forma de hacer negocio.
¿Qué deben hacer entonces los expertos en marketing? ¿Las empresas deben subirse al mundo de las apps o sólo será una tendencia efímera? Respecto a la posibilidad de permanencia, los números demuestran que ya es una realidad e incluso la firma consultora Gartner señala que ya se trata de un mercado de $85,000 millones de dólares en el mundo y se espera que para 2017 haya más de 270,000 millones de descargas de aplicaciones.
Muestra de ello es que desde 2008 Apple y Android sacaron sus tiendas de apps y desde entonces cada día nacen más, la mayoría de ellas con empresas nuevas que buscan llegar a un mercado muy específico por ejemplo: Uber, Wize, blablacar, todas ellas enfocadas a facilitar el tema de movilidad de los usuarios, ya sea mediante servicios de transporte o para consultar cuál es el mejor camino para llegar a su destino tomando en cuenta rutas y el tráfico en la zona.
No obstante, también algunas empresas ya posicionadas se han subido al tren de las apps a fin de ofrecer a sus usuarios un camino directo para acceder a sus servicios, como lo son las firmas bancarias permitiéndole a los derechohabientes realizar, desde la comodidad de smartphones y tabletas, movimientos, transferencias y pagos.
Todas ellas fueron diseñadas con el objetivo de llegar a ese público tecnológico que hoy por hoy es el principal consumidor a nivel internacional, el cual ya no recurre a los medios tradicionales para consultar marcas y las promociones que manejan. Tomando en cuenta esto, la realidad es que la economía de las aplicaciones no está limitada a un tipo de negocio, es de gran utilidad para todos aquellos empresarios que quieren tener presencia en el mundo digital.
Por lo tanto, los encargados de marketing y el área comercial deberían voltear los ojos hacia ese mercado tomando en cuenta que al desarrollar la aplicación y ponerla a disposición del público, serán precisamente los usuarios interesados en la marca los que descarguen la app, brindándole a la empresa la oportunidad de estar en contacto directo con ellos, así como ofrecerles descuentos preferenciales con servicios y novedades de una forma inmediata, automática y eficaz.
Además, contar con aplicaciones bien posicionadas puede dar lugar a qué las búsquedas orgánicas desde móviles aumenten. Esto contribuye a la mejora del posicionamiento SEO y permitirá captar a nuevos clientes, pues se descargan más de cuatro millones de aplicaciones al día.
De igual forma, hay que tomar en cuenta que dentro del diseño se debe garantizar la seguridad en los pagos, lo cual le da mayor tranquilidad al consumidor, al mismo tiempo que le evita hacer trámites adicionales para concretar su compra. De hecho, según datos de VISA, en el 2011 ya se realizaban alrededor de 100 millones de pagos a través de dispositivos y para 2017 se pronostica que la cifra a 296,000 millones de transacciones. Lo cual habla de un alto nivel de aceptación por parte de los usuarios móviles.
El riesgo que se corre es que los consumidores de las apps requieren atención 24 horas al día y si algún día les fallamos, para ellos será tan simple como borrarlos de su lista. Así que antes de iniciar la creación de una aplicación móvil, los expertos en marketing deben tomar en cuenta diseños atractivos, ofrecer la solución a una necesidad y, sobretodo, crear una estrategia interna que les permita darle continuidad. ¡Así que a ponerse las pilas!