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La primera franquicia deTotto se abrió en Cali en 1991 y en la actualidad, existen más de 600 tiendas en más de 65 países, incluyendo México.
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La marca está en polémica por acusaciones de plagio por parte de dos estudiantes que notaron un enorme parecido con una idea que presentaron en la escuela dos años antes de que se viralizara.
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Totto es una popular marca colombiana que surgió en 1987 cuando Yonatan Bursztyn, actual presidente de la compañía, compró una fábrica de cuero que estaba casi en quiebra y reactivó el negocio con una línea de morrales y bolsos hechos con lona.
La primera franquicia de la marca se abrió en Cali en 1991 y en la actualidad, existen más de 600 tiendas en más de 65 países, incluyendo México.
En su afán por destacar en el mundo, lanzó una campaña de la mano de la agencia digital Asylum, en la que buscaban cambiar los prejuicios sobre los ciudadanos colombianos, relacionados con el narcotráfico debido al auge que ha tenido el contenido como por ejemplo la serie de Narcos o Pablo Escobar.
Bajo la frase “soy colombiano y no tengo nada qué ocultar”, la campaña se centró en maletas transparentes, pero esta idea fue identificada como bullying porque las burlas no se hicieron esperar.
La marca explicó que la campaña se hizo para “realzar la transparencia de nuestro ciudadanos a través de una maleta transparente, como símbolo de que los colombianos no tenemos nada que ocultar”. Pero las interpretaciones fueron diversas.
TOTTO lanza maleta de viaje transparente que crea controversia por bullying y discriminación de colombianos pic.twitter.com/sMX9EzWLYM
— feramon’s.wordpress (@feramon2) August 13, 2019
Crisis de marca por plagio
Pero el concepto -que se presta para muchas intepretaciones- no sólo generó polémica, sino acusaciones de plagio por parte de dos estudiantes que notaron un enorme parecido con una idea que presentaron en la escuela dos años antes de que se viralizara la imagen.
Camila Arango y Camilo Muñoz, de la Universidad de Medellín, notaron que el diseño de esta maleta y la estrategia era casi igual, entonces se pusieron en contacto con la compañía para que les detallara el proceso creativo de la idea, con sospecha de que se robaron su idea, de acuerdo con El Espectador.
Pero la respuesta fue un grave error de la marca, causa de una gran crisis que pudieron evitarse con otro manejo de la situación:
Camilo, nuestros procesos creativos son confidenciales. Felicitaciones por su premio. Saludos
Todo pasó de ser una polémica a un caso de plagio. La ola se hizo tan grande que no les quedó de otra que revisar el caso y comunicar a los medios que “Le hemos solicitado a la agencia que revise con el grupo de estudiantes el proceso que se siguió, para evitar que en el futuro se presenten situaciones similares”.
La conclusión de este caso es que la compañía finalmente retiró la campaña. Todo esto es una enorme lección de lo que no se debe hacer en marketing y publicidad.