Santiago, Chile.- Los videos siguientes no se pensaron para publicitar nada. Fueron registrados por gente que se sintió sorprendida por hechos cotidianos que a veces no parecen serlo, pero que se vuelven virales en pocas horas y nos dejan una idea dando vueltas- probablemente la más obvia de todas- y ¿si sorprendiéramos a nuestros clientes?
El primero es nacional y aunque parezca increíble, el buen trato de un carabinero con la población fue causa de una grabación. Cabe señalar que la policía chilena está considerada una de las mejores del mundo por su caballerosidad, su bajísimo – o casi nulo- nivel de corrupción y su excelente preparación. Sin embargo, las imágenes que suelen aparecer en Internet son el registro de situaciones cotidianas en marchas y protestas, muchas de ellas bastante agresivas. Por lo mismo, éste video ha causado curiosidad en redes sociales.
El segundo narra una historia emotiva (sí, la emoción otra vez) y a la vez sorprendente porque las carencias de los animales y su sentido de supervivencia los hacen buscar alternativas para seguir adelante con intuitiva sabiduría. Se trata de un pequeño potro que quedó huérfano y desde entonces, la cría fue alimentada por los profesionales del Zoológico de Dartmoor de Inglaterra, pero a falta del afecto de la madre, le entregaron un peluche gigante al que el potrillo considera su mamá. De hecho, si sólo viéramos la foto, pensaríamos que es un comercial, pero no, es la vida y nos sorprende.
El tercero es la vuelta al pasado. La recuperación de un viejo ejercicio de los años ochenta, poco conocido pero efectivo, viral total. Joanna Rohrback inventó el “Prancercise” en aquellos años y hoy lo reedita en YouTube. El ejercicio se describe como “una manera elástica y rítmica de avanzar, al igual que la marcha de un caballo y es ideal inducida por la euforia.” Y funciona. Basta ver Joanna, una mujer mayor en excelentes condiciones físicas, pero a pesar de los resultados no sé si muchos se atreverán a practicar el pasito en público.
Sorpresa, emoción, curiosidad y siempre “la otra mirada” son los elementos que dejan huella. Cualquier otra cosa, es más de lo mismo.