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México no cuenta con una legislación específica en cuanto al ‘home office’.
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Se debe hacer del objetivo el protagonista, no importa cómo, ni dónde.
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Se deben adaptar otras formas de pensamiento para que la eficacia no disminuya.
No sabemos cuándo vaya a terminar la pandemia de COVID-19, no sabemos si habrá una nueva cuarentena igual de complicada. Pero, pase lo que pase, lo seguro es que hemos aprendido que los modelos más flexibles de trabajo no son tan malos, de hecho, pueden llegar a ser bastante buenos. Si te adaptaste bien al “home office”, es posible que tanto tú como tu empresa estén considerando dejarlo de manera permanente. Varias empresas alrededor del mundo, como Facebook o Microsoft, han dicho que lo harían así. ¿Y por qué no? Un cambio en los modelos tradicionales podría ser algo bueno para todos, sobre todo si pensamos que la pandemia podría seguir por un tiempo indefinido. Así que para lograr un “home office” permanente, toma en cuenta los siguientes puntos.
Según una encuesta realizada por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa, 58% de las organizaciones mexicanas logró cambiar sus operaciones al formato casero de manera exitosa y rápida. Por otro lado, la firma PwC hizo una encuesta que reveló que seis de cada 10 directores financieros mexicanos, planeaban dejar el trabajo remoto de forma permanente. Es decir, un 64% pensaba mantener la medida, incluso cuando se determinara que ya era posible volver a las oficinas. Otro estudio realizado por KPMG, reveló datos similares: 90% de los ejecutivos de recursos humanos, están evaluando crear esquemas más flexibles ya sea que combinen “home office” y trabajo presencial o que mantengan solamente el modelo a distancia.
Selección particular
Hoy sabemos que, aunque casi todos podemos subsistir en el “home office”, hay puestos que se adaptan mejor. Así mismo, cada empleado tiene sus respectivas características y necesidades. Hay que tomar en cuenta estos detalles para una mejor adaptación.
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Nuevas necesidades
Trasladar la oficina a la casa, como seguro ya lo viviste, requiere de ciertas particularidades. Elementos como un buen escritorio, buen equipo de computadora e internet, entre otras cosas, deben formar parte de esta nueva realidad y una empresa también debería considerar apoyo en este sentido.
Trabaja sobre objetivos
Uno de los grandes cambios en el “home office” es el aspecto de los horarios, que ya no se pueden controlar de la misma manera que en una oficina. ¿Cómo adaptarnos? Hacer del objetivo el protagonista. No importa cómo, ni cuándo, siempre y cuando cumplas. Este chip debe cambiar.
Nuevo ritmo eficaz
Los meses han demostrado que podemos ser productivos desde casa. Es cuestión de ver los números y que las empresas analicen los resultados. Trabajar sobre objetivos y de manera más flexible, requiere de tomar otro ritmo y más que las distancias, se deben adaptar otras formas de pensamiento para que la eficacia no disminuya.
Un contrato claro
México no cuenta con una legislación específica en cuanto al “home office”, así que, mientras nuevas reglas necesarias se implementan, entre empleado y empresa debe quedar todo en un contrato claro y preciso. Nuevas reglas, nuevos horarios, todo lo que establezca límites de ambas partes y no permita los abusos, debe ser firmado.