Por Alan Campos
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El próximo viernes la ciudad de Salvador de Bahía servirá como sede para el sorteo donde la FIFA definirá los grupos que conformarán el Mundial de Brasil 2014. Todos sabemos que a partir entonces y hasta la finalización de la Copa, el 13 de julio de 2014, no habrá un lugar donde nos encontremos a salvo de la fiebre mundialista.
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Y digo a partir del próximo viernes porque la FIFA cada vez busca la manera en que puede sacarle más jugo a todos y cada uno de los momentos que conforman la Copa del Mundo tal y como la ha venido haciendo en las últimas ediciones con el sorteo mundialista, el cual en esta ocasión estará engalanado por la modelo brasileña Fernanda Lima y su esposo Rodrigo Hilbert.
Lo anterior es simplemente lógico cuando tenemos un evento que se realiza cada 4 años y que atrae la cantidad de gente que atrae la Copa del Mundo de Futbol. Tan sólo se estima que 500 millones de personas sintonizarán el sorteo mundialista en 193 países diferentes (161 países más de los que están clasificados al torneo), mientras que otros 70 millones lo seguirán a través de la aplicación oficial creada para dicho evento.
Pero ahondemos un poco más en los número de la FIFA para comprender por qué el Mundial es tan importante para el organismo.
Durante el 2012 la Federación Internacional de Futbol Asociación registró ingresos por mil 116 millones de dólares, cifra que si bien tuvo un incremento del 9 por ciento respecto a lo registrado en 2011, fue 15.7 por ciento inferior de los mil 291 millones que se percibió durante 2010, año en que se celebró la última edición de la Copa del Mundo, siendo 561 millones correspondientes a la venta de los derechos televisivos.
Entonces, si consideramos que la Final disputada entre España y Holanda permanece como el evento deportivo más visto en la historia (con cerca de 700 millones de espectadores de acuerdo con la FIFA), seguramente los derechos de transmisión serán mucho más caros en esta ocasión.
Y también queda pendiente el tema de las entradas para los 64 partidos de la Copa del Mundo, cuya demanda ha duplicado la oferta existente (6.2 millones de solicitudes para 2.9 millones de entradas disponibles) con precios que van de los 90 a los 990 dólares.
Siendo así podemos comprender más fácilmente porque el Mundial es una verdadera fiesta para las marcas, ya que si bien en esta ocasión sólo hablamos de la FIFA, este pequeño ejercicio puede ayudar a comprender la importancia que el torneo representa para propios y extraños.