Por Alan Campos
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El pasado domingo 13 de julio llegó a su final la Copa del Mundo de Brasil 2014, considerado como el evento más mediático en la historia de la humanidad. Estrictamente en términos deportivos el torneo tuvo un mes de duración, aunque mercadológicamente su duración fue mucho más extensa (incluso existen marcas que aún no terminan su campaña mundialista), siendo la ‘batalla’ que protagonizaron Nike y Adidas una de las más atractivas para el mundo del marketing.
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Patrocinios mundialistas: una apuesta entre el éxito y un rotundo fracaso
Cada 4 años tanto la firma alemana como la estadounidense desembolsan varios millones de dólares no únicamente en publicidad, sino en desarrollo de tecnología, patrocinios y embajadores de marca que demuestren en la cancha la supremacía de la marca que representan dentro de la máxima vitrina dentro del mundo del balompié; sin embargo, determinar al vencedor de la batalla no es una labor sencilla, pues muchos factores entran a consideración.
En términos de inversión ambas marcas se encuentran muy equilibradas. Por un lado se encuentra Nike, quien siempre se ha caracterizado por grandes superproducciones protagonizadas por los mejores futbolistas a nivel mundial y una gran cantidad de embajadores dentro de la justa mundialista; mientras que por su parte Adidas invierte una gran parte de su presupuesto en ser el patrocinador oficial del certamen, aún así también invierte una cantidad considerable en la parte de publicidad, así como en el renglón de los embajadores de marca.
Si únicamente nos enfocamos en el rubro de la publicidad la victoria podría ser otorgada fácilmente a Nike, pues de acuerdo con un estudio realizado por Unruly Group unos días antes del arranque del torneo es la marca estadounidense la que más views (86 millones) y shares (un millón) genera dentro de internet, muy por encima de las vistas (15 millones) y shares (158 mil) de su rival teutón. De hecho mucha gente considera que Nike es uno de los patrocinadores oficiales del torneo, pese a no serlo.
Sin embargo, si preponderamos la parte deportiva, el ganador termina siendo Adidas, y no únicamente por el hecho de que los dos equipos finalistas hayan sido patrocinados por la marca de las tres franjas, sino porque tuvieron una mayor efectividad que su archirrival, pues pese a que Nike llegó a la justa mundialista como la marca con más ‘equipos’ (10 de 32) y más embajadores de marca (388 de 736), poco a poco la firma europea fue emparejando el número de naciones patrocinadas, la cantidad de embajadores de marca y los goles anotados, finalizando ambas marcas con la misma cantidad de dianas conseguidas (76), aunque Adidas lo consiguió con 124 representantes menos.
Y si bien los goles conseguidos podrían no ser tan importantes para una marca como el número de views que tiene un comercial dentro de YouTube, lo cierto es que el número de espectadores que se encontraron bombardeados por Adidas a lo largo de la Copa del mundo fue mucho mayor del de aquellos que pudieron haber visto cualquier comercial a través de internet, sobre todo si consideramos que la final habría sido vista por más de 700 millones de personas alrededor del mundo de acuerdo con las estimaciones de la FIFA, aunque es poco probable que el engagement generado durante el partido sea el mismo que el de las ejecuciones publicitarias de Nike.
De tal modo es que definir al ganador de entre estos dos gigantes del marketing deportivo resulta sumamente complicado. Y para ti, ¿quién ganó el Mundial?
