Por Paco Santamaría y Anaí Aguilar
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Anaí Y. Sí, a mi todavía me tocó ir a la Ciudad de los Niños, probablemente fui más de 10 veces y fue fundamental para mi entretenimiento cuando tenía unos 8 años, así como para prácticamente todos mis co-generacionales y sinceramente… ¿Alguna vez te has parado ahí?
Paco X. En mis épocas no existían ese tipo de cosas ni de conceptos, nosotros nos hacíamos en la calle. A cierta hora salíamos a la calle y ahí nos formábamos y hacíamos nuestras vidas. Aprendimos de todo, cosas buenas y malas. Ahora es complicado jugar en la calle, ¿Tú crees que por eso existen este tipo de conceptos?
Anai Y. De alguna forma sí, pero aquí el entretenimiento de los niños es sólo un pretexto para introducirlos al mundo de la mercadotecnia y educarlos con marcas para que el posicionamiento sea más fuerte y más temprano. ¿Funcionará?
Paco X. La mercadotecnia es tan frágil como la vida misma. Yo no futureo tanto con las cosas, quién sabe por qué camino nos lleve la mercadotecnia. ¿Tú crees que va por el sentido común?
Anai Y. Siempre dramatizas. Definitivamente la mercadotecnia tiene un poco de sentido común para que nos cheque y un poco de sentido extraordinario para que nos haga sentir. El punto es crecer junto con nuestros no clientes para convertirlos en clientes leales. ¿Crees que la lealtad sea más fuerte sí caminamos junto con ellos desde los 8 años?
Paco X. No, nunca. La lealtad es tan impredecible como el ser humano. Es un volado, pero un volado planeado, producto del azar, como tu vida o la mía, ¿Siempre has sido leal a la misma marca desde tus 6 años?
Anai Y. Probablemente no. Entonces ¿por qué una marca quiere estar ahí presente? ¿Por qué Bancomer es el banco oficial, el Hospital Ángeles el centro de médico, y ADO el transporte por excelencia? ¿Cómo funciona el modelo de negocios?
Paco X. Hay que estar siempre presentes: constancia y determinación. Esa marcas millonarias no se hicieron en un día ¿Tú pagas por lealtad, necesidad o por que te gusta el producto?
Anai Y. A veces por las dos, sinceramente. Siempre necesitamos que las marcas sean parte de nosotros y de nuestras vidas.
