El rápido crecimiento que la firma de tecnología china Xiaomi tuvo en sus primeros seis años de vida la llevó a ser considerada la Apple del gigante asiático.
Originalmente una marca pensada para el desarrollo de smartphones, aunque el año pasado comenzó a diversificar sus actividades hacia la producción de bienes como purificadores de aire, cámaras de vigilancia o pulseras de cuantificación, de acuerdo con Androide Libre.
Hoy, cuando se anticipaba que se daría a conocer un informe de ventas durante 2016, se hizo público un mensaje donde su fundador, Lei Jun, explica que su compañía implementó un plan para “frenar” su veloz expansión por una simple razón: “avanzamos muy rápido”.
En una carta que publicó por medio de Facebook y WeChat, Lei afirma que 2016 resultó complicado por “problemas” en sus cadenas de suministro, los cuales le llevaron a caer en las preferencias de los consumidores chinos, de acuerdo con el diario español El Economista.
Si bien Xiaomi logró convertirse en la tercera marca de teléfonos móviles más vendida en la India, en China comenzó a rezagarse respecto de otras firmas locales, como Huawei, Oppo y Vivo, según reportes de Expansión.
El propio Lei reconoce que esto se debió a que la marca se dio a conocer desde sus inicios como un fabricante de smartphones baratos, lo cual, de acuerdo con analistas del mercado de smartphones, la ha colocado en el mercado como una marca para el consumo de los estratos sociales con bajo poder adquisitivo.
Al respecto, El Economista recuerda que en sus orígenes, la empresa china decidió no publicitarse ni abrir tiendas físicas para ofrecer sus productos. Hoy, sin embargo, Lei anunció que durante 2017 serán abiertos 200 establecimientos de este tipo en China.
Sobre ello, Androide Libre afirma que hoy esta empresa suma 77 empresas, en las cuales ha invertido para producir en gran volumen y vender productos de buena calidad a precios bajos.
A seis años de su fundación, Xiaomi es valuada por Dow Jones y el Wall Street Journal en 46 billones de dólares. Sin embargo, el éxito futuro de esta empresa tendrá más factores a tener en cuenta a partir de ahora.
Es probable que, en aras de no decepcionar a sus accionistas, el fundador no publicara sus cifras de ventas y en su lugar divulgara una justificación de las cifras que, al menos internamente, ya han de comprobar el plan de desaceleración del cual habló en su carta.