En este documento, se enfatiza la necesidad de que tanto individuos como organizaciones implementen estrategias proactivas para protegerse. Esto incluye la educación continua sobre los riesgos asociados con el phishing, así como la adopción de tecnologías de seguridad, la autenticación de múltiples factores y el apoyo de herramientas de detección de fraudes.
En el caso del phishing, los ataques se han vuelto más sofisticados, utilizando técnicas como la suplantación de identidad a través de correos electrónicos, mensajes de texto y hasta redes sociales.
Los atacantes a menudo imitan a empresas legítimas para ganar la confianza de las víctimas, haciendo
que sea crucial para los usuarios aprender a identificar señales de advertencia.
Tal y como predice un informe de KPMG, la desinformación o información incorrecta generada por la IA y los ciberataques ocuparon el segundo y quinto lugar respectivamente como los riesgos con mayor probabilidad de materializarse a escala global en este 2024 (quinto y octavo en diez años).
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