Retener al talento es uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las marcas en la actualidad. La demanda de empleados con mayor grado de especialización así como la poca oferta al respecto tiene como efecto inmediato que las empresas busquen nuevas formas para retener a las bases de sus negocios, en donde los altos sueldos son sólo parte de una ecuación mayor, y empresas como WhatsApp entienden con maestría este concepto.

En principio es importante entender que la nueva generación de empresas que la era digital trajo consigo, también supusieron un aumento en las tasas de rotación, principalmente, en sectores como el de la mercadotecnia, la publicidad y otras áreas estrategias para el desarrollo de cualquier negocio.

Por ejemplo, desde Upwork revelan que para los gerentes de marketing ahora resulta tres veces más complicado encontrar talento que hace tan sólo doce meses. De hecho se pronostica que durante el los siguientes 10 años, el 50 por ciento de la inversión realizada por agencias tradicionales terminará en manos de talento freelance.

Este tipo de tendencias tiene un efecto especial en el compromiso de la plantilla laboral con los planes de negocio de la empresa, hecho que a mediano y largo plazo podría significar bajas en términos de productividad y rentabilidad de las compañías.

Una reciente investigación firmada por Gallup sustenta la premisa. De acuerdo con el estudio, la generación de compromiso laboral contribuye significativamente a disminuir hasta en un 41 por ciento los errores de calidad, en 48 por ciento los incidentes laborales, en un 65 por ciento la rotación en empresas de baja rotación, 25 por ciento en aquellas de alta rotación y además logra reducir el ausentismo en hasta un 37 por ciento.

El diseño de modelos empresariales friendly que favorece, por ejemplo, códigos de vestimenta más relajados, horarios flexibles o la visita de mascotas en los lugares de trabajo, se ha colocado como una de las estrategias más comunes para recuperar el compromiso entre los colaboradores (sobre todo entre las generaciones más jóvenes de empleados) que ahora parece estar disminuyendo.

No obstante, existen empresas que van un paso más allá. Tal es el caso de WhatsApp que gracias a un acuerdo firmado hace cuatro años para garantizar el bienestar de sus empleados, ahora ha convertido en verdaderos millonarios a sus colaboradores iniciales.

Cuando Facebook compró la aplicación de mensajería instantánea durante 2014, dentro de las condiciones de compra se establecía que cada uno de los 50 trabajadores que en ese entonces eran la plantilla laboral de WhatsApp deberían recibir acciones por un valor de 60 millones de dólares en un plazo de cuatro años.

Dichas acciones cotizaban en 67 dólares, ahora su valor es casi tres veces más al ubicarse en cerca de 180 dólares.

El acuerdo de compra de la famosa aplicación móvil consideró un total de 19 mil millones de dólares, de los cuales 4 mil millones se transferirían en efectivo al momento de la transacción, 12 mil millones serían abonados en acciones de Facebook y los 3 mil millones estarían representados por títulos accionarios de la gran red sociales que se repartirían entre las 50 personas que, en aquel momento, eran la estructura de empleados de WhatsApp. Entonces, dichas acciones cotizaban en 67 dólares, ahora su valor es casi tres veces mayor al ubicarse en cerca de 180 dólares.

La única condición que WhatsApp solicitó a sus empleados para hacer valido este incentivo sería permanecer en la compañía por cuatro años y hacerla crecer en todos los mercados.

El generoso incentivo parece haber tenido buenos resultados. De agosto de 2014 a julio de 2017, el número de usuarios activos al mes en WhatsApp creció de 600 millones a mil 300 millones; durante 2015, la empresa ya alcanzaba al 34 por ciento de la población mundial, al tiempo que que espera que entre 2015 y 2020 los ingresos generados por la aplicación pasen de 49 millones de dólares a 4 mil 827 millones, de acuerdo con datos entregados por Statista.

Retener al mejor talento para combinar experiencia con visiones innovadoras o de nueva generación no será simple. El desafío está sobre la mesa y las organizaciones tendrán que diseñar nuevos tipos de incentivos que generar mayor sentimiento de pertenencia a favor de incrementar sus tasa de engagement.