El universo de las falsedades no sólo abarca el ámbito de las noticias de los medios de comunicación, sino también el de las diversas figuras que ha traído aparejado el de las redes sociales, como ocurre con los influencers. Pero hay organizaciones que se han dedicado a investigar falsedades y fraudes en ellas.
En México hubo una página dedicada, entre otros asuntos, a denunciar malas prácticas que se perpetran en las redes: Mexican Fake Bloggers, surgida en 2018. Sin embargo, al cumplir su primer aniversario en enero de este año decidió convertirse en un proyecto más inclusivo y cambió su denominación por la de What The Fake?, que se dedica, según su propia descripción en Instagram y Twitter, a denunciar “influencers falsos, plagios, estafas y otras cosas en internet que nos hacen preguntarnos: #WhatTheFake?”.
En su blog la organización detalla un poco más su labor: “Ha ayudado a que más personas entiendan un poco más sobre lo que hay detrás de tanto faker en redes sociales, al mismo tiempo que se ha sumado a aportar un granito de arena para limpiar poco a poco estos ‘espacios públicos’ digitales”.
Así es como esa organización se ha dedicado a denunciar plagios, noticias falsas, abusos de medios, violencia de género y, también, aspectos oscuros de los influencers. Así, quien ingrese en los espacios de What The Fake? podrá observar que ha investigado y denunciado el fraude en que varios de esos influencers han incurrido para atraerse el favor (y los recursos) de compañías que han recurrido a ellos para sus campañas publicitarias.
Como mencionábamos hace algunas semanas en este espacio, una de las dificultades para estimar la verdadera influencia de esos personajes son las fórmulas métricas utilizadas para dimensionarlas. Aún hoy muchas empresas se muestran satisfechas con el número de seguidores, pero se ha comprobado que muchos de ellos son bots contratados a empresas especializadas.
Por ejemplo, en el caso de España, Luis Díaz, director de Human to Human, empresa dedicada a campañas de influencers y que analiza sus cuentas en redes sociales, comentó el año pasado a El País sobre las anomalías que han hallado: “Los macro (más de medio millón de seguidores) suelen estar limpios. En cuanto a los micro (entre 10 mil y 50 mil followers), el 40% de las cuentas tiene irregularidades, y en el rango de influencers (entre 100 mil y 500 mil seguidores) la cifra ronda el 30%”.
What The Fake? también ha mostrado montajes fotográficos que algunos influencers han usado para exhibir sus presuntos viajes por el mundo, además de crear una nueva categoría: “ciberedecán”, que es, dice con humor, quien “promociona shampoo en sus redes con el hashtag que le mandó la agencia gata que lo contrató y una foto cero orgánica”.
Otro mecanismo para conseguir más seguidores es la de los giveaways, concursos que implican que una persona se convierta en seguidora de algún influencer y, aún más, que comparta datos personales como correo electrónico y hasta número de celular.
Pero los influencers que han logrado crearse un prestigio y un público real terminarán por imponerse. Como dijo uno de los participantes en el proyecto en una entrevista a Publimetro: “Una estrategia de influencer marketing llevada a cabo como se debe, con influencers auténticos, con demográficos que van acorde a los de la marca y una interacción y alcance genuinos, pueden generar excelentes resultados. El influencer marketing es una forma de llegar a las personas de una forma más auténtica y orgánica; si la audiencia de verdad tiene una conexión con esa persona, hablamos de que confía en ella y sentirá que la recomendación se la hace un amigo”.
Los influencers tienen un auge sin precedentes, por varias razones: la principal, porque se trata, cuando menos aparentemente, de una comunicación entre personas. Hay que mencionar que un par de datos de la plataforma Tomoson: 92% de las personas están dispuestas a confiar en las recomendaciones personales sobre las marcas, y 81% es influido por mensajes de sus amigos en redes sociales.
Pero, como ha demostrado What The Fake?, muchos influencers no están respondiendo “amistosamente” ni a sus seguidores ni a las empresas que los contratan para campañas, a veces con la complicidad de importantes agencias de relaciones públicas y medios de comunicación.
Socialbakers, plataforma de marketing para redes sociales, estima que el mercado del influencer marketing alcanzará una dimensión de entre 5 mil millones y 10 mil millones de dólares para el próximo año. Esto implica que quienes decidan invertir en él deben hacerlo de manera muy cuidadosa para evitar timos como lo que ha evidenciado What The Fake?