El concepto de coworking, se refiere a una forma de trabajar que permite a los empleados compartir un mismo espacio.
Inicialmente, se pensó para trabajadores independientes y/o emprendedores que no tuvieran los ingresos suficientes para invertir en sus propias oficinas. Sin embargo, ha evolucionado y está penetrando en otros mercados.
Alrededor del mundo, varias empresas han hecho del coworking toda una experiencia. Un ejemplo de ello es WeWork. Una compañía que ofrece un espacio de trabajo cooperativo que va mucho más allá de lo funcional.
Por una renta mensual, el inmobiliario ya está puesto, la cafetería, los espacios de recreación y por si fuera poco, el ambiente laboral. ¿Pero en qué consiste el verdadero valor agregado de WeWork?
La empresa mantiene contacto con otras que también forman parte y mediante una plataforma interna se forma una red de apoyo en donde todos están al tanto de las necesidades de cada negocio.
Además pueden referir a nuevos clientes y obtener una comisión mensual de la renta, de esta manera se incentiva a que los mismos integrantes se conviertan en voceros y se vaya haciendo cada vez más grande la comunidad.
Todo cobra sentido cuando se toma en cuenta que la nueva ola de empresarios pertenecen a la generación millennial y una característica clave de este mercado es que se interesan más en las experiencias que en los bienes materiales. Así que no sólo se trata de rentar un espacio de trabajo, sino de todo lo que esto conlleva.
En sólo siete años, WeWork ya tiene 175 mil miembros. Ha adquirido un valor de 20 mil millones de dólares. Y cuenta con un total de 200 espacios de trabajo distribuidos en 18 países y 50 ciudades alrededor del mundo. Para este año, la compañía planea abrir 304 mil 800 metros cuadrados de oficinas nuevas cada mes.