Un considerable porcentaje de los usuarios ha decidido en los últimos tiempos utilizar bloqueadores de publicidad, ante lo que algunos medios en internet han decidido a su vez, ‘bloquear’ a los usuarios que los tengan instalados en el navegador, una práctica que la Unión Europea no estaría viendo con buenos ojos.
Muchas publicaciones digitales dependen de los ingresos publicitarios para su supervivencia, lo que ha llevado a que los sites de algunas como Forbes, Wired o el diario alemán Bild hayan decidido probar con la opción de mostrar páginas en blanco a aquellos usuarios que instalen los adblockers y deseen acceder a dichas publicaciones.
Esta reacción de los medios no ha gustado a los internautas, que sostienen que se trata de la negación del acceso a la información.
Esta medida, que está siendo probada de forma experimental, ha sido una de las opciones a las que han tenido que acudir los medios digitales ante la complicada situación que se les plantea para un futuro inmediato por el aumento del uso de adblockers.
Sin embargo, parece que en el caso de la Unión Europea, no podrá prosperar, pues como señala el defensor de la privacidad y programador Alexander Hanff, quien ha declarado haber recibido una notificación de la Comisión Europea, en la que se señala que esta detección de la presencia de software que bloquean la publicidad, sería considerad ilegal, según la normativa vigente.
La carta, esgrime que la razón para ello radica en el Artículo 5.3 de la Directiva europea sobre privacidad y comunicaciones electrónicas, en el que se establece que la confidencialidad de las comunicaciones de los usuarios europeos, al tiempo que se rechazan las intrusiones externas, sin previa solicitud a los internautas, para la aplicación de servicios no autorizados.
Sin embargo, el dilema esta lejos de finalizar, pues el creciente uso de adblockers a nivel mundial, ha levantado las alarmas entre los medios digitales que se nutren de la publicidad como forma de financiamiento, mientras los usuarios se sienten vulnerados por lo que consideran un exceso de publicidad que interfiere con su experiencia de uso diario en la red.