De los 51 millones de personas ocupadas en México, 32 millones reciben de uno a tres salarios mínimos, es decir, de 2 mil 401 pesos a 7 mil 203 pesos mensuales. En contraste, sólo 3.1 millones de trabajadores obtiene más de 12 mil pesos, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Estos datos nos dicen que un porcentaje considerable de los mexicanos es pobre o padece pobreza ante la carencia de al menos uno de los siguientes derechos sociales: acceso a la educación, a servicios de salud, a seguridad social, a alimentación, a vivienda y a servicios básicos en su vivienda.
Es decir, por ejemplo, no tienen vivienda o ésta no tiene piso firme o carece de agua, drenaje o electricidad.
También quiere decir que no pueden desayunar, comer o cenar porque simplemente no tienen dinero para comprar sus alimentos.
La carencia más frecuente es la falta de seguridad social; 58.5 por ciento de la población no la tiene. Lo que significa que carecen de prestaciones laborales como servicio médico, ahorro para el retiro o goce de sueldo en caso de incapacidad laboral.
Aunque el gobierno tiene una manera de definir la pobreza, muchas marcas, empresas e instituciones privadas tienen las propias.
Hace algunos días comenzó a transmitirse en redes sociales el etiquetado de un producto en una sucursal de Walmart de México, donde se ofertaban “colchas para pobres” en 129 pesos, una situación que le generó críticas a la cadena, debido al clasismo de sus potenciales compradores.
Pese a la duda sobre qué sucursal fue la encargada de ofertar el producto, los comentarios han sido contra la marca, por categorizar un producto que se fabrica artesanalmente en diversas localidades del país como Coahuila, San Luis Potosí, Estado de México, Oaxaca, Chiapas, por mencionar algunos, y que además cuentan con reconocimiento a nivel mundial.
Por su parte, hasta el momento de la publicación de la nota, un vocero de Walmart de México dijo a Merca 2.0 que hasta que se corrobore la información que surgió en redes sociales, manifestarán una postura respecto al tema.
El tema tuvo un notable repunte de búsquedas en los últimos días, de acuerdo con Google Trends.
Mientras que en Twitter el tema tuvo un pico de 45 mil 550 cuentas alcanzadas contra 52 mil 300 impresiones, según cifras de Tweet Reach.
Recientemente, Walmex ha estado en la conversación digital por diversos errores en sus etiquetados, mismos que han ofertado productos a precios menores a los que realmente tienen y que ha derivado en la intervención de la Procuraduría Federal del Consumidor para que se respete al consumidor.
Aunque el comentario se centra en que la marca utiliza estos errores como una forma de generarse publicidad, los consumidores sí toman este tipo de situaciones en su decisión final de compra, ya que de acuerdo con Edelman, el 69 por ciento de las personas confía en que las empresas podrán mantener el equilibrio social y económico en tiempos complicados como el que se vive en la actualidad.
Cubrir esta demanda de estudiar a los públicos meta como parte de un contexto más global, es un hecho que pocas marcas logran llevar a la práctica con éxito.
Estimaciones de Edelman refieren que el 87 por ciento de los consumidores desean establecer relaciones más significativas con las marcas; sin embargo, sólo el 17 por ciento piensa que las firmas comerciales son capaces de construir el entorno ideal para que estas conexiones tengan lugar.