Hace unos días leía una nota sobre los resultados que tuvo Walmart en nuestro país durante 2014 y quedé sorprendido por el crecimiento que sigue teniendo aún en un mercado cada vez más competido. El que haya ganado 7 puntos porcentuales de participación en el sector por ventas totales con 437 mil 659 millones de pesos, sin duda la coloca como una empresa sólida en el sector detallista de nuestro país.
De acuerdo a lo que comentan varios ejecutivos de la empresa, la estrategia se encuentra más enfocada en renovar la experiencia de compra, no solamente en las tiendas físicas, sino también en sus formatos online y así atraer un mayor número de clientes, pero también la estrategia de precios le sigue dando buenos frutos en formatos como Bodega Aurrera. Todo esto me llevó a escribir una reflexión sobre esta compañía, que sin duda sigue y seguirá revolucionando el comercio organizado.
Desde el año 1962, en el que Wal-Mart Stores, Inc. abrió su primera tienda, la empresa se ha enfrentado a diferentes críticas por sus políticas y manera de operar en los diferentes países donde tiene presencia. Incluso en algunas ocasiones no se le ha permitido la entrada para establecer una operación en algunos países de Europa. Lo que siempre he pensado al respecto es que independientemente de lo que otras empresas, en particular sus proveedores, piense acerca de su operación y prácticas, Walmart ofrece algo de valor para el gran número de consumidores que asisten a sus tiendas para adquirir productos y servicios que satisfagan una necesidad. No quiero que se malentienda mi comentario, sin estar a favor o en contra de lo que sucede en la operación de esta cadena comercial, solamente pongo en contexto que actualmente los consumidores están en una búsqueda constante de valor a la hora de realizar una compra y me parece que el crecimiento de Walmart es consecuencia de ese valor percibido por los millones de personas que acuden día con día a sus puntos de venta.
Si tomamos en cuenta el ranking “Global Powers of Retailing” que publicó Deloitte en este 2015, Wal-Mart Stores, Inc. se sitúa como la cadena comercial con más ingresos en el año fiscal que estudia esta publicación, con 476 billones de dólares y con un crecimiento contra el año anterior de 1.5 por ciento a nivel global, lejos del segundo lugar del ranking a cargo de Costco Wholesale Corporation. Según la información publicada en su sitio web, Walmart tiene 11,488 unidades de negocio de retail en todo el mundo, ubicadas en 28 países y con más de 2.2 millones de colaboradores.
Pero ¿a qué se debe este crecimiento sostenido año con año? La estrategia que conocemos de este grande del retail con la que ha navegado desde su inicio llamada “Everyday low prices” sin duda le ha traído grandes beneficios a lo largo del tiempo, pero es un hecho que de manera constante la compañía realiza esfuerzos en las diferentes áreas para poder tener una oferta de valor para el consumidor ante la competencia tan fuerte que existe en esta industria.
Para este 2015, en nuestro país, Walmart hace frente a “Julio Regalado” de Comercial Mexicana tan bien posicionada entre los mexicanos en los meses de junio y julio, lanzando la campaña “Rebajas para todos”. Habrá que analizar al final de ambas campañas los resultados obtenidos a través del manejo de ofertas en los diferentes productos y categorías que se impacten. Otro aspecto relevante a comentar es que el comercio en línea presenta crecimientos muy altos año con año como lo mencioné en mi artículo de la semana pasada “Los 10 grandes del retail online” y la participación de Walmart en ese sentido también empieza a ser relevante.
En toda industria siempre habrá una compañía que se vuelva referente en estrategia, innovación, crecimiento y satisfacción para sus clientes. Los números de este gigante lo sitúan como una referencia obligada, para tomar aprendizajes sobre buenas prácticas y también sobre los errores que se cometen a la hora de implementar acciones estratégicas para crecer y ganar participación. Me parece que las empresas relacionadas con la industria del retail deben estar preparadas para los retos que enfrenta el mercado en la actualidad, con un consumidor más exigente, informado y cambiante, pero también apelando a la visión de cada compañía tratando de entregar un valor tangible a sus clientes.