Entre las reestructuras que se promovieron con la reforma energética, fueron la liberación de los precios de los combustibles (no muy popular entre los consumidores actualmente) y que la venta de gasolina ya no sería exclusiva de Pemex.

Este segundo elemento motivó que muchas compañías y conglomerados decidieran analizar las condiciones de mercado para impulsar sus propias marcas de gasolineras que, por el momento siguen vendiendo gasolina Premium y Magna, así como Diesel, de Pemex, pero que en el futuro podrán importar la que más convenga a sus intereses.

Algunas de estas nuevas marcas ya operan como el caso de Hidrosina que ya inició con el rebranding de varias estaciones, así como acciones de marketing para posicionarse, y Oxxo Gas que, en este caso forma parte de grupo Femsa, que maneja desde hace 20 años unas 355 sucursales bajo el sello Pemex.

Ahora, se habla en diversos medios nacionales que Walmart de México podría tener participación en este mercado en un futuro.

Esta versión nace de un análisis de Citibanamex, en el que se hace referencia una potencial participación del retailer en el mercado de las gasolinas y cómo puede ser un espacio para potenciar el negocio de sus marcas Walmart, Sam’s Club, Bodega Aurrerá y Superama.

La idea ya se debate desde los medios que se han dispuesto a citar a analistas financieros para conocer la viabilidad de una inversión de este tipo. De esta forma, para Verónica Uribe, de Banco Ve por Más, citada por El Universal, no es una opción viable, pero habría que analizar el cómo participaría.

En ese contexto, otros medios hacen referencia a fuentes de presidencia que señalan que Walmart está interesada en la apertura de 200 gasolineras en el país, aunque hasta el momento el retailer no se ha pronunciado oficialmente.

Hasta el momento todo son especulaciones hasta que no haya una confirmación o desmentido por parte de la empresa, sin embargo, su incursión en el negocio de gasolinas podría ser benéfico desde el análisis de Citibanamex que estima le permitiría incrementaría en 3.5 por ciento sus ventas a nivel nacional.

Si bien, en mercados como el de Estados Unidos ya tiene una participación a través de una alianza con Murphy Oil Corporation, en México sería nueva y se sumaría a Petro-7 (de 7-Eleven), La Gas, Golf, además de las ya mencionadas Hidrosina y Oxxo Gas.

Es indudable que la liberación de los combustibles atraerá a muchas marcas tanto nacionales como extranjeras, otras que también podrían participar son Chevron y Shell. Lo cierto es que todas deberán analizar el costo beneficio para hacerlo con una participación directa o a través de terceros o alianzas. Cifras proyectadas por la CRE advierten que la conversión de actuales franquicias de Pemex a una marca tiene un costo de millón de pesos, mientras que la inversión para la llegada de una nueva gasolinera es de 20 millones de pesos.