La batalla entre Amazon y Walmart se ha convertido en un encuentro épico especialmente en el mercado estadounidense. Precios bajos y un amplio portafolio de productos y servicios parece ser el escenario de tan peculiar encuentro.
Una investigación publicada por Bloomberg a finales de 2015 que estudio la estrategia de precios bajos de Amazon concluía que la estrategia en este campo de competencia “consistente de precios bajos en los productos más demandados fomenta la percepción entre los consumidores de que Amazon es, en general, la tienda más barata”.
Esto es relevante si consideramos las conclusiones de un reporte entregado por Market Track las cuales indican que Walmart está cerrando la brecha de precios en línea con Amazon de manera acelerada. Los precios del primer retailer ahora son sólo 0.3 por ciento más altos en comparación con el segundo, cifra que se ubica muy por debajo del 3 por ciento calculado al cierre del año pasado.
De hecho, Amazon parece estar perdiendo su ventaja en las guerras de bajo precio en línea en categorías representativas para su negocio. Por ejemplo, de acuerdo con la fuente anterior, los wearables como los rastreadores de fitness y los smartwatches fueron este año un 6.4 por ciento más baratos en Walmart que en Amazon.
De acuerdo con diversos especialistas, esta apuesta le ha permitido a Walmart ubicarse como el competidor más cercano para la compañía de Jeff Bezos cuando menos dentro del comercio electrónico.
Según datos de Euromonitor, las ventas en línea de Walmart representaron el 33 por ciento de las transacciones digitales en Estados Unidos durante 2016. La posición o ha hecho más que consolidarse en años reciente con movimientos como las adquisiciones de Jet.com, Shoebuy y Bonobos, sólo por mencionar algunas.
No obstante, los esfuerzos detrás de estos resultados se han puesto entre dicho ante la demanda de un ex trabajador de la compañía que ante el Tribunal Federal del Norte de California declaró esta semana que la cadena de supermercados habría inflado sus cifras sobre el desempeño de su negocio de e-comerce, según información firmada por Fast Company.
Ente las supuestas malas prácticas denunciadas por el antiguo colaborador de la firma destacan la disminución de estándares de calidad para incrementar su catálogo en línea, la mala categorización de algunos productos para lograr mayores ingresos y la omisión de 7 millones de dólares en artículos devueltos.
Para ser específicos Huynh dijo que “los controles internos laxos permitían una frecuente categorización errónea de los artículos vendidos (desde walmart.com), lo que provocaba que Walmart les cobrara una comisión de ventas más alta de lo que debería. La demanda también alega que Walmart cuenta con el tamaño de su catálogo en línea, pero cuenta los artículos que en realidad no están disponibles para la compra de los clientes”, según información de Recode.
Adicional a esto, el ex trabajador afirma que su despido durante el año pasado fue consecuencia de las reiteradas denuncias al respecto que hizo a los ejecutivos del área de comercio electrónico de Walmart-
La acusación no es menor y tuvo impactos en las acciones de la compañía que resultaron en una caída del valor que aunque efímera fue abrupta.
Por su parte Walmart indicó que realizó una investigación sobre el tema en la que no encontró factores de veracidad. Así indicó que el despido de Huynh respondió a una reestructuración del área.
La firma de retail está obligada a aclarar la situación con comprobables lo antes posible, toda vez que este tipo de situaciones tiene una afectación directa en la reputación, elemento en el que Amazon goza de gran salud y que ahora es punto clave en las decisiones de compra.