A medida que los países buscan entrar de lleno a la llamada ‘nueva normalidad’ los distintos sectores productivos de la economía también lo intentan y, uno de los de mayor movimiento es el retail. Pese a que este fue uno de los que tuvo parcial actividad durante la temporada de distanciamiento social, hubo un gran número de establecimientos, categorías y pasillos cerrados que, ahora buscan recapitular la atención del consumidor.
Sin embargo, con el retorno de los clientes, el sector minorista tendrá que volver a enfrentar un reto millonario que arrastra de manera crónica: la pérdida de dinero o de productos.
Un que no tiene nada que ver con la pandemia
Durante los últimos meses hemos hablado de cómo el retail ha caído en ventas y ha visto caer estrepitosamente algunas categorías y productos, esto es algo que se revertirá de manera lenta y paulatina a medida que las personas retornen a los puntos de venta.
Ejemplo de ello es lo que revela una reciente encuesta en Estados Unidos, la cual revela que el robo minorista está aumentando a niveles récord, algo que de acuerdo con una reporte de Business Insider, está ocurriendo pese al “uso ampliado de nuevas tecnologías diseñadas para atrapar a los ladrones”.
Según los resultados, se destaca que a causa del robo, fraude y otras causas se perdieron alrededor de 62 mil millones de dólares durante 2019, un crecimiento substancial si se considera que un año antes se registró una pérdida de casi 51 mil millones.
De acuerdo con la encuesta realizada por la National Retail Federation (NRF) y la consultora minorista Appriss Retail, estas pérdidas denominadas al interior de la industria como reducción, representaron alrededor del 1,6 por ciento de las ventas totales.
El reporte cita como ejemplo el impacto que resiente una firma como Walmart. La cadena de tiendas de autoservicio generó más de 514 mil millones de dólares en ingresos el año pasado, si se considera la tasa de reducción del 1,6 por ciento, esto equivaldría a más de 8 mil millones en pérdidas. Aunque se acota que la firma de Bentonville, Arkansas no revela públicamente sus pérdidas debido a la reducción.
Un mal generalizado
Este es un problema que no distingue marca o mercado. En Estados Unidos, por ejemplo, la encuesta que consultó a un total de 69 minoristas con volúmenes de ventas de menos de 99 millones a más de 50 mil millones de dólares refiere que la reducción se ha incrementado, en parte, “debido a un aumento en el robo por parte de empleados y ladrones de tiendas”.
Cabe destacar que en esmerado estadounidense los principales retailers por volumen de ventas son Walmart, Amazon, Kroger, Costco, Walgreens y The Home Depot, lo que revela que todas cada una de ellas padece en mayor o menor medida este mal.
Pero, el shoplifter, como se denomina a los ladrones de tiendas, compradores deshonestos que arrastran productos, cosméticos y perfumes, ropa y, por supuesto, alcohol de los estantes, suele estar presente en todos los mercados.
Ejemplo de ello es lo que señala un estudio de la empresa de seguridad, Crime&tech, el cual reverla que las tiendas de retail en España perdieron en 2019 unos 635 millones euros, sólo durante el verano por robos.
Si nos enfocamos al mercado mexicano, la historia es muy similar al estadounidense, de hecho un reporte Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) divulgado a finales del año pasado indicó que el “robo hormiga” ocasiona mermas en la economía de las empresas asociadas de hasta 1,64 por ciento del total de sus ventas, esto sólo durante la temporada navideña.
La misma asociación a la que pertenecen cadenas como Chedraui, Soriana, La Comer, Costco, Coppel, Sears, Liverpool, El Palacio de Hierro, Oxxo, The Home Depot, entre otras, reveló en abril pasado que durante el mes previo tenían registro de un total de 37 robos y 16 saqueos en distintas tiendas a lo largo y ancho del país.