Luego de que la noche de ayer comenzaran los conteos de las urnas en Estados Unidos, estamos a espera de que se den los resultados finales de la contienda electoral en la que Donald Trump y Joe Biden se disputan la Casa Blanca. Para llegar a este punto fue necesario pasar por una atípica campaña en donde empleados de Walmart, Facebook o Apple jugaron un rol importante.

Y es que reunir fondos para financiar estos esfuerzos de promoción y marketing político es vital para mejorar las garantías de éxito más aun en un momento complejo y polarizado como el que se vive ahora mismo en Estados Unidos.

Los fondos detrás de los votos

Los esfuerzos en este sentido parecen haber sido más costosos que los que registrados durante el proceso electoral de hace 4 años.

A decir de un análisis entregado por Center for Responsive Politics, el gasto en las elecciones presidenciales de este año fue de 6 mil 600 millones de dólares, lo que supone el doble de lo registrado hace cuatro años.

De manera puntual se estima que el candidato demócrata, Biden, recaudó hasta el pasado 14 d octubre casi mil millones de dólares en contribuciones individuales para impulsar su campaña, mineras que Trump hizo lo propio con 600 millones de dólares.

Es importante mencionar que las contribuciones a través de plataformas de donación representan el 57 por ciento del total de las donaciones a las campañas de ambos candidatos.

¿De dónde vienen los fondos?

Lo interesante no sólo es reconocer las abrumadores cifras detrás de esta campaña electoral, sino  reconocer de dónde vienen estas aportaciones.

Al respecto, vale la pena retomar los datos entregados por un análisis publicado por Bloomberg News, el cual con base en los datos arrojados por las plataformas de donación online ActBlue y WinRed, se ha podido determinar de dónde llegaron la mayor parte de donaciones para los candidatos considerando la financiación otorgada por los empleados de grandes empresas.

Aunque este estudio no revela el monto de las donaciones, si considera el volumen de las mismas en función de las plantillas laborales de distinta compañías.

Así, un hallazgo fue claro. Silicon Valley fue de Biden. A decir de los resultados de esta investigación, el 97 por ciento de los trabajadores de Facebook hicieron donaciones por el demócrata, porcentaje que se replicó entre los integrantes de Google.

Lo mismo sucedió con el 92 por ciento de los empleados de Apple, el 90 por ciento de la plantilla de Microsoft y el 80 por ciento de los colaboradores de Amazon.

Para Trump, el apoyo vino de los empleados de Walmart, en donde el 52 por ciento realizó donaciones online al ahora candidato republicano.

En este mismo sentido, la mayoría de los empleados de empresas como de paquetería como UPS o FedEx se decantaron por el candidato que busca ala reelección, con el 52 por ciento del total de los empleados haciendo aportaciones a su campaña.

Una carrera cerrada

Estos datos son interesantes si consideramos el giro que ha tomado estar elección. Con la carrera tan cerrada, evidentemente los protagonistas de las elecciones y sus acciones en los próximos día serán clave para definir al próximo inquilino de la Casa Blanca. La noche del tres de noviembre, parecía que tanto Trump, Biden y sus compañeros de fórmula estaban guardando silencio con respecto a los resultados parciales de la jornada. Algo particularmente fuera de lo común para el actual presidente de EEUU, incluso frente a lo que hizo en el 2016.

Pero menos de una hora después, ambos rompieron este voto tácito de silencio. Tanto Biden como Trump llamaron a ruedas de prensa en sus respectivos cuarteles generales. Ahí, los dos enviaron mensajes relativamente optimistas, asegurando que tenían confianza en su victoria en las elecciones. Sin embargo, el presidente se atrevió a ir más allá y se declaró, sin fundamento, como el ganador del proceso electoral. Algo que rápidamente fue penalizado en las redes.