• Se estima que, poco después de abrirse Wall Street, se registró una caída del siete por ciento en las marcas de EEUU

• De acuerdo con The Street, la última vez que los mercados del país detuvieron operaciones fue en noviembre de 2016

• En esa ocasión, la razón del caos bursátil fue la impresionante jornada electoral que coronó a Trump presidente

El mercado de valores es un sector extremadamente volátil. Eventos como el coronavirus han probado ser un riesgo importante incluso para grandes marcas como Apple. Las declaraciones de personas allegadas a una empresa pueden ser también mortales para los títulos en la bolsa. También los escándalos que involucran a los mayores directivos, como comprobó GE en 2019, pueden empeorar la situación. Pero los peores incidentes ocurren ante eventos económicos.

Hace unas horas se anunció que Arabia Saudita había comenzado una guerra de precios en el mercado del petróleo. Lo anterior no solo desplomó el valor del peso ante el dólar, a raíz de la todavía amplia dependencia de la economía mexicana en la venta de crudo. También provocó una importante caída en los futuros de Wall Street. Tal fue el desplome de las marcas del S&P 500, que incluso se detuvieron las operaciones durante 15 minutos para detener la carnicería.

Por supuesto, no todas las compañías fueron igual de afectadas por este fenómeno. Solo si se toman en cuenta las 10 principales marcas que componen el índice S&P 500, de acuerdo con Yahoo Finance, JP Morgan Chase fue el que más había perdido esta mañana. A las 9:13 AM, hora de la Ciudad de México (CDMX), sus acciones todavía registraban una caída del 12.31 por ciento frente a la apertura de la bolsa. De no tan lejos sigue Apple, con -6.38 por ciento.

Las marcas “salvadas” (y el por qué de las caídas)

Si bien las 10 principales compañías que componen el índice registraron pérdidas, no todas se desplomaron en igual manera. Facebook, Berkshire, los dos índices de Alphabet y Visa tenían todavía descalabros importantes para las 9:20 AM, de entre cuatro y casi seis por ciento frente a la apertura de la bolsa. En el otro extremo del espectro, con desplomes de entre 2.8 y 3.2 por ciento, se posicionan las marcas Johnson&Johnson, Amazon, y la tecnológica Microsoft.

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Es lógico por qué JP Morgan Chase es de las marcas más afectadas por el desplome de Wall Street. Como todas las compañías de la industria bancaria, muchas de sus ganancias surgen de la inversión en proyectos y recursos productivos. Así que su caída responde a una menor confianza de los inversores en sus portafolios. El caso de Apple es más complejo y responde probablemente a una cuestión política y la dinámica de poder con los Estados Unidos (EEUU).

Desplomes en la bolsa

No es la primera vez que se registran importantes caídas en Wall Street por un evento similar. En julio de 2019, una investigación contra la farmacéutica J&J por las presuntas propiedades cancerígenas de su talco en polvo provocaron un descalabro de sus acciones. A final del año pasado, Samsung también sufrió un desplome después que encarcelaron a varias docenas de sus directivos. Y tras tiroteos en EEUU, varias marcas de videojuegos también fueron a la baja.

De acuerdo con The Balance, el desplome de las marcas ocurre cuando hay un incidente que los inversores no se esperan (como una catástrofe natural o una crisis) y provoca pánico. En información de CCN, también es peligroso que las compañías y expertos no calculen de la forma adecuada el impacto de ciertos fenómenos como el coronavirus. En cambio, The Motley Fool asegura que la especulación y los riesgos políticos son también razones muy comunes.

Jamás es bueno cuando las marcas registran caídas en el mercado de valores. Para individuos y empresas que tienen inversiones en estas acciones, implica una pérdida de su patrimonio. En el caso de las mismas compañías, refleja una falta de confianza de parte del resto de la industria sobre su desempeño a futuro. Por supuesto, la incertidumbre que generan este tipo de cambios pueden llegar a afectar los planes de las organizaciones comerciales a corto plazo.