- Seis bancos de inversión rebajaron la calificación de las acciones de Nike y apuntan al CEO, John Donahoe.
- Nike dijo que las ventas en el trimestre actual podrían caer un 10%, muy por encima del 3.2% proyectado.
- La estrategia de Nike de enfocarse en la venta directa a expensas de la innovación ha comenzado a fallar.
La confianza de Wall Street en el CEO de Nike, John Donahoe, cayó dramáticamente este viernes luego de las sombrías previsiones para el año fiscal 2025.
Los “números” de Nike, de los que te adelantamos algo este jueves en Merca2.0, dejaron a los inversionistas en estado de shock y provocaron que al menos seis bancos de inversión rebajen la calificación de las acciones de la compañía.
Analistas de Morgan Stanley y Stifel fueron más allá y criticaron abiertamente a la dirección de Nike, incluyendo al CEO de Nike, señalando que la empresa perdió la credibilidad que solía tener.
Para calmar las aguas, Phil Knight, fundador de Nike, expresó su apoyo incondicional a Donahoe, afirmando que el CEO cuenta con su “confianza inquebrantable y apoyo total”.
Resultado económico
Desde que Donahoe, ex ejecutivo de eBay, asumió la dirección de Nike en enero de 2020, ha venido enfrentando numerosos problemas.
Ayer, la compañía advirtió que las ventas en el trimestre actual podrían caer un 10%, una disminución mucho mayor que la caída del 3.2% proyectada anteriormente.
Además, Nike espera que las ventas en el año fiscal 2025 también caigan, contradiciendo sus proyecciones anteriores de crecimiento.
En este contexto, las acciones de Nike se desplomaron un 20% este viernes después del informe, situando el valor de mercado de la empresa en unos 114,000 millones de dólares.
Jim Duffy, analista de Stifel, dijo que la guía para el año fiscal 2025 representa la quinta revisión a la baja en seis trimestres, extendiendo las perspectivas de recuperación del crecimiento hasta 2025, publica CNBC.
Esto, según Duffy, pone a prueba la credibilidad del CEO de Nike y plantea la posibilidad de un cambio.
Acciones de Nike
Las acciones de Nike han tenido un rendimiento inferior al del S&P 500 durante la gestión de Donahoe, cayendo un 25%. En comparación, el S&P 500 y el ETF centrado en el comercio minorista, XRT, han registrado ganancias del 69% y 67%, respectivamente, durante el mismo período.
El director financiero de Nike, Matt Friend, atribuyó la revisión de las previsiones a varios factores, algunos de los cuales, como la debilidad en China y los desafíos cambiarios, están fuera del control de Nike.
Sin embargo, otros problemas se generaron bajo la dirección de Donahoe, como la desaceleración de los pedidos mayoristas y la necesidad de recuperar relaciones con socios minoristas clave. Además, Converse también cayó en un pozo de ventas, traccionando hacia abajo a Nike.
Falló la estrategia de canal propio
Nike enfocó toda su estrategia en la venta directa, a menudo a expensas de la innovación.
Esta estrategia ha comenzado a fallar, ya que los clientes leales parecen haber perdido interés en comprar nuevos pares de sus líneas más tradicionales como Air Force 1, Air Jordan 1 y Dunks.
Los críticos argumentan que la oferta de zapatillas de Nike no se ha renovado y que los clientes buscan estilos nuevos y diseños innovadores de competidores más chicos.
Competidores como On Running y Hoka han capturado una parte de este mercado.
El peor escenario para el CEO de Nike
Hay que reconocer que Donahoe asumió el cargo poco antes de que la pandemia de Covid-19 afectara gravemente a Estados Unidos, su mayor mercado.
Tuvo que lidiar con el cierre de tiendas, el trabajo remoto y los cambios en las preferencias de los consumidores.
A pesar de que las acciones de Nike han caído, las ventas anuales de la compañía han crecido aproximadamente un 37% bajo su liderazgo, de 37,400 millones de dólares en el año fiscal 2020 a 51,360 millones de dólares en el año fiscal 2024.
Phil Knight, fundador y presidente emérito de Nike, sigue apoyando a Donahoe y es optimista sobre el futuro de la empresa.
Sin embargo, la presión de Wall Street y las expectativas de los inversionistas plantean un desafío significativo para la gestión actual.
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