Tras 20 horas de intensas negociaciones, Volkswagen AG y dos de sus proveedores que de piezas y componentes llegaron a un acuerdo para reiniciar el abasto de insumos, por lo que la automotriz evitará el riesgo a su producción -y a su estrategia de recuperación tras el dieselgate-.
De esta forma, la empresa con sede en Wolfsburgo y sus proveedores CarTRim y ES Automobilguss culminaron la disputa que afectaría las jornadas laborales de más de 27 mil trabajadores y detendría la producción de la Golf -el modelo de VW más vendido- y el Passat.
Un portavoz de Volkswagen informó que tras el acuerdo las cadenas de montaje volverían a activarse con la mayor brevedad posible, evitando que se acrecentaran las pérdidas que, según especialistas en negocios, podría costarle a la automotroiz hasta 100 millones de euros semanales.
Según un reporte de Reuters, la automotriz alemana dijo que las partes acordaron no revelar los detalles del acuerdo.
Sin embargo, es importante recordar que este conflicto puso en riesgo nuevamente el valor de la marca, no sólo por las pérdidas económicas y la afectación a su producción -golpeando indirectamente su plan de recuperación tras el escándalo de emisiones-.
También porque las compañías (parte de grupo Prevent) acusaron a Volkswagen de romper unilateralmente un contrato de aprovisionamiento, por lo que exigía una indemnización de 500 millones de euros, que de haberse resuelto en favor de las demandantes le habría costado moral yeconónomicamente a la automotriz.