En menos de cinco meses Carlos Ghosn ha sido detenido cuatro veces con este nuevo arresto. En esta ocasión se acusa al expresidente del conglomerado Renault, Nissan y Mitsubishi de apropiarse de fondos de Nissan para su beneficio personal.
Hace pocas semanas que Ghosn había sido puesto en libertad bajo fianza y en días recientes incluso abrió una cuenta en Twitter para contar su versión de los hechos y a través de la cual anunciaba una comparecencia pública para el próximo 11 de abril.
La nueva acusación
Lo que se conoce de esta nueva acusación, según medios nipones, es que están bajo sospecha numerosos pagos realizados a una empresa en Omán, administrada por un conocido del directivo.
Según los señalamientos de los fiscales podría tratarse de un caso de malversación. Al parecer se habría hecho perder a Nissan cerca de cuatro millones de euros y un porcentaje del mismo habría ido a parar a una falsa empresa en Líbano.
Se cree que el dinero fue usado para financiar un yate personal del empresario y como inversiones en la compañía estadounidense que gestiona su hijo.
Por su parte, los abogados del ejecutivo se han pronunciado sobre la detención ocurrida durante la mañana de este jueves en Tokio, calificándola de “escandalosa y arbitraria”.
Ghosn ha esgrimido que se trata d acusaciones falsas y que es inocente de todo lo que se le acusa, a través de un comunicado.
Renault se niega a pagar su pensión
Por si esto fuera poco para Carlos Ghosn, quien era considerado el salvador de Nissan cuando asumió las riendas de la empresa casi quebrada, ahora Renault se niega a pagarle los 765.000 euros anuales de una ‘jubilación sombrero’ que había solicitado en enero.
Se trata de una forma de compensación que pagan muchas empresas en Francia a sus altos ejecutivos y que es aportada de por vida por la empresa.
Además, tampoco parecen estar dispuestos a pagarle las variables de su salario de 2018, año en el que se inició su complicada situación legal.
Y es que desde el consejo de administración de Renault han señalado que después de la investigación interna existirían ciertos gastos del ejecutivo que podrían ser calificados como “prácticas cuestionables y ocultas”, además de “violaciones de los principios éticos” de la empresa, por lo que parecen cada vez más distanciados de quien hasta hace poco era su directivo estrella.