El cambio de hábitos en el consumidor lleva a las marcas a revalorar viejas costumbres de compra de los mexicanos.
Por Alfredo Cervera
Primer acto. Un mercadólogo llega a una pequeña tienda en la colonia Condesa de la ciudad de México, pero no se dirige por un refrigerio. Segundo acto. Se reúne con uno de los distribuidores y hablan con el dueño de una tienda para platicarle de las estrategias en torno a ciertos productos y los materiales publicitarios en el refrigerador y estantes. Tercer acto. Afuera del establecimiento colocan publicidad de bienes de consumo que sólo serán distribuidos en los changarros. ¿El nombre de la obra? Una de las tendencias que mayor resultado ha traído a los anunciantes durante este año de turbulencia económica.