La situación para las aerolíneas comerciales alrededor del mundo es especialmente compleja. Con muchos limites, aeropuertos relativamente vacíos y diversos protocolos por seguir las marcas que se desarrollan en el sector parece tener muchas complicaciones para reactivarse.

El escenario era esperado si se considera que, desde que comenzó la pandemia, se estimaba que este seria uno de los segmentos más afectados.

Sin alzar el vuelo

La mayoría de las marcas de aerolíneas pierdan el 20 por ciento de su valor luego de la pandemia.

Así lo revela el último reporte entregado por Brand Finance, mismo que explica que el sector de la aviación se verá especialmente golpeado por el coronavirus.

“La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha dicho que la mayoría de los transportistas quebrarán dentro de dos meses como resultado del cierre de las fronteras por los gobiernos para contener el brote de coronavirus. Una gran cantidad de líneas aéreas importantes han desembarcado a la mayoría de sus flotas y han anunciado planes para despedir a miles de empleados, ya que ahora enfrentan una crisis como nunca se había visto en la industria aérea”, detalla el documento.

En esta misma línea, un reporte reciente de Cicotur Anahuac, indica que se espera una baja de ingresos por 172.9 mil millones de pesos dentro de esta industria.

Vuelos “sin destino”, una salida

Sin duda, y en la búsqueda por reactivar este sector, muchas son las marcas que han apostado por toda clase de acciones promocionales para reactivar al sector, en donde algunas han resaltado por su nivel de simpleza, pero por entregar interesantes resultados.

Tal es caso de lo hecho por la marca StarLux misma que puso en marca una peculiar promoción en Taiwán (China): que consistía en un vuelo con destino a ninguna parte.

La idea es tan bizarra y simple como exitosa. La oferta entregada a los clientes era despegar en el aeropuerto internacional de Taoyuan para iniciar un vuelo de tres horas sobre el territorio del paños para, luego, aterrizar en el mismo punto de partida.

Sin paradas durante el vuelo, pero si con la promesa de “vistas sorprendentes” y una comida preparada chef galardonado con una estrella Michelin, la propuesta resulta especialmente atractiva para los viajeros.

Con un costo de 160 dólares la propuesta salió al mercado el pasado 6 de agosto con una disponibilidad de 188 pasajes, mismos que se agotaron a las pocas horas de ser publicada la oferta.

El “micro viaje aéreo” como lo calificó la aerolínea, significó una experiencia única en un momento en que la mayoría de los vuelos internacionales siguen suspendidos.

Adaptarse a la nueva realidad

Este tipo de propuestas son un claro ejemplo de cómo las marcas pueden y deben adaptarse a la nueva realidad tanto del mercado como de los consumidores.

Por un lado hablamos de una propuesta que para la marca supone gastos reducidos, mientras que a los ojos del consumidor se traduce en una experiencia que le permite, por un lado, salir del momento caótico que vive el mundo y, por otro, le permite regresar a la anhelada normalidad que se perdió con la pandemia a un bajo costo y sin prácticamente salir de casa.