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La sueca Volvo es la segunda mayor fabricante de camiones del mundo, detrás de Mercedes-Benz.
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Con su alianza con el desarrollador de chips gráficos para juegos Nvidia busca superar a la marca alemana en la autocondución de grandes vehículos.
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Una estrategia de mercadotecnia que podría dar muy buenos resultados.
La industria automotriz está en un proceso de cambio que las grandes empresas no pueden sortear sin asociarse con otras.
Ford se alió con Volkswagen, Mercedes-Benz con BMW, esta última forjó una reciente alianza con Jaguar Land Rover y si bien Renault fracasó en unión con FCA, sigue relacionada con Nissan y Mitsubischi.
La lista es larga y abarca a prácticamente todas las compañías del sector.
Al mismo tiempo, como la industria está virando hacia la conducción autónoma y los impulsores eléctricos, las marcas buscan aliados en empresas tecnológicas.
El último caso es Volvo, que este martes anunció una asociación estratégica para utilizar la plataforma de inteligencia artificial Drive, de Nvidia, que abarca el procesamiento de datos de sensores, sistemas de percepción, localización, mapeo, predicción y planificación de rutas.
Volvo ya tiene algunos vehículos de carga con tecnología autónoma a bordo, pero estos se despliegan en entornos estrechamente controlados y operan bajo supervisión, como en el puerto sueco de Gotemburgo.
La asociación entre Nvidia y Volvo Group está destinada a ayudar no solo a probar y desplegar una gama de vehículos autónomos con capacidades de toma de decisiones de Inteligencia Artificial a bordo, sino también a garantizar a largo plazo que estos vehículos comerciales puedan operar por su cuenta en carreteras y autopistas.
Más allá
El transporte de carga es solo un objetivo para la alianza entre Nvidia y Volvo. También buscarán construir sistemas y vehículos autónomos que puedan manejar la recolección de basura y el reciclaje, operar en sitios de construcción, en minas y en la industria forestal.
Nvidia señaló que parte de la estrategia de mercadotecnia apunta a abordar la creciente demanda de envíos globales, impulsada por una mayor cantidad de entrega de paquetes hacia los consumidores tras los pedidos en línea.
El acuerdo entre las dos compañías abarcará varios años e involucrará a recursos humanos de ambas empresas. Compartirán espacio físico tanto en la sede de Volvo en Gotemburgo, Suecia, como en Santa Clara, California, donde tiene la base Nvidia, detalló TechCrunch.
No es la primera incursión de Nvidia en el transporte autónomo, hace unos años ayudó a desarrollar TuSimple, una empresa china de autoconducción que se basaba en AI en el vehículo. También trabajó con Uber en su negocio de camiones impulsados por ATG.
Volvo es el segundo fabricante de camiones más grande del mundo, después de Daimler (Mercedes-Benz).
Nvidia, en tanto, es conocida por sus potentes chips de gráficos para juegos.
Ambos creen que podrán liderar el segmento de los camiones autoconducidos.
Tesla fue hasta 2018 un cliente importante para los chips de Nvidia vinculados a los autos, pero Elon Musk dijo que su marca estaba desarrollando chips propios.