• Además de la marca Volvo, Geely posee múltiples unidades de negocio en camiones, trenes de alta velocidad y hasta drones

• Se espera que el proyecto a futuro no sea tan grande como el que otros rivales, con más años en la industria, están creando

• La iniciativa ayudará a tener señales de geolocalización mucho más precisas para viajes no-tripulados, aéreos y terrestres

Varias empresas, especialmente en la industria de la tecnología, han empezado a expandirse a otros mercados lejos de su sector de actividad principal. Apple, con TV+, está construyendo un pequeño imperio en el sector de servicios y contenidos. Desde hace años que Amazon se internó en el universo de la publicidad, con excelentes resultados. Hasta se puede hablar del caso de la marca Cinemex, que sigue apostando muy fuerte por los videojuegos y los esports.

Estas estrategias comerciales de expansión están provocando varios fenómenos interesantes. Para empezar, está provocando una competencia mucho más dura para más de una marca. De acuerdo con BizFluent, representa una desventaja en la medida que decrece el control del mercado y la base de clientes de las compañías a escala individual. Por otro lado, Marketing91 apunta que es positivo en la medida que mejora la calidad de la oferta disponible al público.

Más allá de las ventajas o afectaciones que pueda experimentar el público o una marca de forma individual, también hay algunas cosas curiosas. Conforme las empresas se expanden, se pueden empezar a ver compañías compitiendo con negocios con los que antes no había más que una relación incidental. Estas rivalidades antes inesperadas son cada vez más la norma a lo largo de todo el mundo. Un ejemplo claro es Volvo vs Apple, Amazon y SpaceX.

La nueva lucha por el espacio

De acuerdo con The Verge, una de las compañías privadas más grandes del mundo en el sector automotriz acaba de anunciar un ambicioso proyecto. Geely, la gigante de China, dijo que planea construir una red de satélites en el espacio. Se espera que esta infraestructura de tecnología permita a corporación alimentar sus sistemas de conducción autónoma en varias de sus unidades de negocio. Incluyendo futuros modelos de su marca de vehículos Volvo.

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Se espera que Geely empiece a erigir este año una fábrica de satélites en China. La dueña de la marca Volvo no descarta que algunos de los dispositivos puedan ser utilizados por negocios fuera de su estructura corporativa. Asimismo, la idea es que estos aparatos no solo sirvan para dar conexión a sus plataformas de conducción autónoma. Aparte deberían de servir para servir varios contenidos a los usuarios de estos robo-vehículos en el futuro a mediano y largo plazo.

¿Por qué la marca Volvo será la rival de Amazon, Apple y SpaceX?

Geely no es la única compañía que ha pensado en crear su red de satélites en el espacio para servir a sus unidades de negocio. Desde 2017 que Elon Musk, a través de SpaceX, estaba en una misión para colocar un servicio de internet privado. Amazon subió la apuesta en julio del año pasado, anunciando que quería colocar más de tres mil dispositivos de transmisión. Hasta Apple, unos meses después, anunció que también quería entrarle a esta conquista espacial.

Hay que aclarar que cada una de estas empresas tiene una intención diferente con respecto a su red de satélites. La gran mayoría de hecho pretende emplearla para las operaciones dentro de su propio ecosistema de dispositivos. Sin embargo, no sería descabellado que una marca, tras el éxito de su sistema, empiece a ofertarlo a otras empresas del mercado. Al menos, como ya se dijo, parece que la compañía madre de Volvo está abierta a este tipo de transacciones.

Aunque ahorita no lo parezca, es muy probable que estemos en los primeros días de una “guerra fría” por el control del espacio. Los esfuerzos son ahora muy modestos y podrían tardar varios años, incluso décadas, en consolidarse. Pero ahora con más de una marca en la carrera por el éxito, no resultaría sorprendente que aún más organizaciones empiecen a sumar sus apuestas a la mesa. Ciertamente se viene una época interesante de innovación y rivalidad.