Por Daniel López Casarín
Correo: [email protected]
Twitter: @daloca20
Para todos los aficionados alrededor del mundo a los diferentes deportes, hay una variante constante que crea un lazo entre el fan y la disciplina deportiva.
Esta unión es debido a que el seguidor de dicho deporte, no es solamente una persona que va al estadio de su equipo favorito, a apoyarlo cada vez que puede y después regresa a casa. Es mucho más que eso: el aficionado crea del deporte una forma de vivir, se entrega, conoce a los jugadores, la historia de su equipo, la importancia del escudo, los logros y las derrotas, sufre, llora, ríe, explota de felicidad y festeja las victorias y campeonatos. Hace de los colores del equipo parte de su manera de vestir y un sinfín de actividades que involucra “estar con el equipo”, es tener el sentimiento de pertenencia a una institución en la que se cree ciegamente y con el corazón en la mano.
Sin embargo, cuando una marca deportiva se aventura para dejar expresamente la línea de ropa del equipo, para crear un estilo de vida ,no es sencillo. De hecho, pocas lo han logrado y podemos mencionar a las más importantes como Nike, adidas y Puma.
Estas marcas saben que los aficionados buscan la ropa casual, informal, pero “cool”, “hipster” de moda, y así utilizar no solamente el jersey o los pants de su equipo favorito, sino también vestimenta que puedan utilizar día a día y no aparenten que van al estadio, sino que se visten con los colores de su equipo por gusto y por tener “onda”.
Pero existe un punto todavía más allá de este Sports Marketing, una dualidad no prevista, no explorada, por las marcas deportivas cuando ingresan no solamente al terreno de la moda, sino al del entretenimiento y espectáculo, que terminan creando un hito.
Hace 22 años, Hollywood estrenaba la segunda parte del éxito taquillero de 1985 Back to the Future o Volver al Futuro con Michael J. Fox y Christopher Lloyd. Para todos los amantes del cine y de esta franquicia esta demás platicar de la película, pero para las nuevas generaciones apuntalar que en un momento de la trama, la secuela se realizaba en el futuro distante del año 2015. Dentro de los miles de gadgets y accesorios futuristas que vimos, hubo uno en particular que marco a toda una generación y durante décadas hacía pensar cuándo llegaría el día en que se pudieran adquirir.
Con toda la intención de product placement, que de acuerdo con el diccionario de J. Walter Thopmson de comunicación, marketing y nuevas tecnologías, la definición exacta es “técnica de comunicación que consiste en insertar estratégicamente productos comerciales en las secuencias o guiones de una película de cine o televisión con fines publicitarios”. Nike exhibió unos tenis futuristas utilizados por el personaje Marty McFly, que dentro de sus funciones estaban los “power laces”, agujetas auto ajustables e iluminado el nombre de Nike.
La mayor marca deportiva del mundo, por pura casualidad y buenaventura fanatizó un ícono dentro del mundo de la moda, de la tecnología y el creado por la fusión de la ropa deportiva y la vestimenta casual.
En este 2011, a cuatro años de aquel distante 2015, Nike sorprende al mundo y le retribuye a los aficionados y seguidores de todas estas plataformas con el lanzamiento del Nike MAG…