• Volkswagen es una de las tantas marcas automotrices que se han visto seriamente afectadas por la pandemia de COVID-19.

• Un aspecto que no podemos perder de vista en medio de la pandemia es el que nos advierte la reactivación económica.

• Las marcas automotrices se han tenido que enfrentar a toda una serie de restricciones y nuevas actividades para reactivar sus negocios.

El mercado automotriz es uno de los más afectados por la pandemia de COVID-19, que se ha expandido en México y en el mundo.

Los estragos que la pandemia de COVID-19 ha ido dejando a su paso por el mundo establece una serie de referentes. Dentro del mercado automotriz, estos cambios tienen que ver con la manera como las empresas de la industria necesitan pisar el acelerador, para poder reactivar sus fábricas y con ello lograr restablecer el valor de las marcas, solo que desde el activismo social o la identificación con el consumidor.

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Volkswagen responde al gobierno de Puebla

El decreto que el gobierno de Puebla publicado el pasado fin de semana, causó gran polémica, al asegurar que no se cumplían con las condiciones para reactivar la producción de automóviles, esto ante el impacto que la pandemia de COVID-19 ha tenido en el país, afectando a muchas industrias.

La medida impuesta por el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, impide que las platas de Volkswagen y Audi reinicien operaciones.

Dentro del decreto se advierte que la restricción es una medida temporal y solamente se levantará cuando se encuentren las condiciones sanitarias en las que puedan operar las empresas, tanto de la industria automotriz como la de construcción.

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Es importante destacar que los gobiernos estatales tienen autonomía en las decisiones de salud pública que llevan a cabo, por lo que si estados del norte ya reiniciaron su actividad automotriz, esto evidentemente difiere de lo que ocurre en entidades como Puebla.

La decisión del gobierno federal había sido de que el sector automotriz reiniciaría el primero de junio, junto con la industria minera y la de construcción.

Volkswagen Puebla tiene paralizada su producción desde el 30 de marzo, mientras que la planta de Audi en ese estado paró desde el 23 de marzo, en ambos casos, debido a la falta de proveería que dejó de arribar a México de Asia y Europa, como consecuencia de la pandemia de COVID-19.

Tras la decisión tomada por el gobierno poblano, Volkswagen respondió en un comunicado en donde advirtió que la armadora cuenta con un protocolo de 100 medidas de seguridad e higiene, garantizando el espacio de trabajo seguro para sus empleados, por lo que lamentó que sus cambios no sean suficientes, aseguró la armadora, para el gobierno local.

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El fenómeno Tesla

Tesla también enfrentó restricciones en California, donde a pesar de ya contar con el permiso del estado para operar, el condado de Freamont, donde se encuentra instalada la ensambladora, le prohibió reiniciar actividades, por lo que la marca incluso amenazó con retirar su planta de California, por lo que en países como México el gobernador de Guanajuato tuvo la iniciativa de ofrecer a Elon Musk, dueño de Tesla, la oportunidad de montar la planta en el estado.

Este tipo de hechos nos recuerdan lo necesario que se vuelve en producción, contar con propuestas serias para de trabajo, a través de las cuales se logren identificar elementos que ayudan a la identificación con el consumidor.