Para nadie es un secreto que las líneas aéreas en todo el mundo sufrieron de manera importante durante la contingencia sanitaria. Con aeropuertos vacíos y muchas restricciones una vez que se pudo volver a volar, firmas como Volaris o Aeroméxico padecieron de manera especial en el mercado mexicano.
Las cifras no mienten y en este proceso de aparente recuperación es justo reconocer que existen muchos aspectos a cubrir más allá de simplemente despegar en la hora prometida.
Las cifras
Datos oficiales, reportados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, indican, por ejemplo, que en el primer semestre del año pasado, Grupo Aeroméxico perdió más del 50 por cieno de pasajeros si se comprar con lo registrado durante 2019. Caso similar se lee para Interjet y Magnicharters.
Para otras marcas como Volaris, Viva Aerobus o Aeromar, aunque la pérdida es evidente, la cantidad de pasajeros registrados reportó una baja pero más mesurada.
En este punto, es importante mencionar que durante el complejo 2020, las aerolíneas nacionales registraron una caída de 52.8 por ciento en el número de pasajeros transportados, al pasar de 102.5 millones en 2019 a 48.4 millones; mientras que lo vuelos disminuyeron un 44.9 por ciento de 875,800 mil a 482,800 vuelos.
Lo cierto es que estás perdidas no solo se sintieron en la cantidad de pasajeros recibidos o los vuelos realizados. Las aerolíneas mexicanas perdieron aviones, con lio que la flota empresarial se ha reducido de manera importante en menos de un año.
DE acuerdo con estadísticas entregadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), durante el año pasado, la flota de las aerolíneas mexicanas cayó 22 por ciento al pasar de 355 en 2019 a solo 275 aviones.
A decir de la dependencia citada, este es el número más bajo de aeronaves reportado por las empresas nacionales durante los últimos 8 años.
En buena medida, esta caída responde al mal rendimiento de Interjet, firma que cerró el 2020 con un flota de apenas 6 aviones, cifra muy lejana a las 69 rebotadas al cierre del 2019.
En la misma línea, Grupo Aeroméxico cerró el año pasado con un total de 102 aviones, de los cuales 58 vuelan bajo la marca de Aeroméxico y 44 de Connect.
Estas cifras representaron una caída de 36 aeronaves, si condiremos que durante 2019, el indicador apunta a 138 aviones.
¿Menos rutas a Estados Unidos?
Con estas cifras de antesala, llama la atención la posibilidad de una reducción de rutas hacia Estados Unidos para firmas como Volaris y Aeromexico, situación que podría confirmarse en breve.
Y es que a finales de este mes se darán a ancore los resultados de una auditoria que realizó la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, a la Agencia Federal de Aviación Civil de México, en donde esta última podría bajar de categoría a categoría 2 y con esto ver reducidas las rutas disponibles para viajar al país del norte.
En otras palabras, México o podría perder rutas a Estados Unidos y los códigos compartidos quedarían sin vigencia, si no contrata inspectores de aviones.
La caída en la categoría depende de la correcciones que realice la Agencia de Aviación de México ante las anotaciones realizadas por la FAA por los “incumplimientos en capacidades técnicas del personal, en los procedimientos de inspección y en mantenimiento de archivos, porque la política de austeridad de la 4T impidió ejercer presupuestos en tiempo y forma”, según indicó Dario Celis en su columna para El Financiero.
Este escenario si duda sería devastador para muchas de las aerolineas nacionales. Tan solo para darnos una idea basta con reconocer que el 39 por ciento del mercado de Aeroméxico proviene de Estados Unidos, mientras que para Volaris el porcentaje alcanza el 22 por ciento.
Aunque nada esta dicho, estas marcas quizás deberían pensar en un plan contingente, sobre todo porque una caída de categoría 1 a categoría 2 limitaría sus servicios y por tanto su capacidad para satisfacer a un consumidor cada vez más exigente.