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En total, Volaris estima que hasta este miércoles estaba operando alrededor de 240 despegues al día
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Se espera que para el próximo mes, ya esté gestionando el 60 por ciento de los viajes que tenía pre-COVID
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Asimismo, la aerolínea presumió una caja de 450 mdd, casi el mismo nivel que se tenía cuando comenzó la pandemia
En todo el mundo, tanto productoras como compañías de transporte en el sector aeronáutico están lidiando con una verdadera crisis en sus modelos de negocio. Con la demanda por los suelos, los ingresos de todo el sector están prácticamente en los suelos. Por las dimensiones y tareas de estas marcas, es imposible lidiar con sus deudas y responsabilidades financieras sin generar ingresos. En el país, no Aeroméxico está luchando. Incluso Volaris está en problemas.
De acuerdo con Forbes, si bien la aerolínea no ha llamado tanto la atención de medios, está también en una posición difícil. En una videoconferencia a la Universidad Panamericana, el CEO de Volaris, Enrique Beltranena dijo que estaban operando solo el 54.7 por ciento de los vuelos pre-pandemia. Asimismo, reafirmó que se ha tenido que reestructurar el negocio para recortar los costos totales de toda la aerolínea en alrededor de 200 millones de dólares (mdd).
Como parte de esta reestructura, Volaris comentó que llegó a un acuerdo con algunos de sus aliados para gestionar algunas deudas inmediatas. Con Airbus logró un trato para retrasar la entrega de algunas aeronaves que se tenían contempladas y que, con la pandemia, no se les podrá dar un buen uso. El CEO reafirmó que también ha logrado acordar con arrendadores el retrasar el pago de los próximos cuatro meses. Estas cuentas ahora se pagaran en dos años.
Oportunidades de recuperación para Volaris (y el resto de la industria)
Junto con esta aerolínea mexicana, muchas otras empresas de transporte de pasajeros a nivel global están tratando de sobrevivir como pueden a la pandemia. A la principal rival de Volaris, Aeroméxico, no le quedó más remedio que pedir la bancarrota en Estados Unidos (EEUU) para recibir protección ante sus deudas. Marcas como Frontier están decidiéndose a cobrar extra hasta por las ventajas más simples. Otras más han tenido que pedir rescates y despedir gente.
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Estos procesos de reestructura de la industria aeronáutica podrían ser vistos como una señal de crisis. Y en cierto sentido, lo son. Volaris y sus rivales no habrían tenido que cambiar por completo su modelo de negocio si no fuera por la crisis de la pandemia. Además, muchas de estas adecuaciones podrían ser difíciles de revertir en el futuro, cuando empiece a recuperarse la economía. Eso sin contar que, por supuesto, tendrá un efecto en los ingresos que perciben.
Por otro lado, es también una señal positiva de recuperación. Estas medidas, si se llevan a cabo con cuidado, de forma ordenada y en tiempo, permitirá que Volaris y demás negocios se vuelvan mucho más eficientes y ágiles. Tal vez, muy en el largo plazo, esta transformación es una pieza clave para grandes éxitos que no se hubieran logrado de otra forma. Así que es tal vez la decisión más prudente en medio de un mercado tan alterado por la actual pandemia.
Más problemas (y soluciones) para la industria aeronáutica
Como ya se dijo, no solo son aerolíneas como Volaris las que están sufriendo con esta crisis económica. GE anunció hace semanas un profundo recorte en su unidad aeronáutica, con la idea de ajustar este negocio a una esperada menor demanda. Boeing está acelerando la salida del mercado de algunos de sus modelos más icónicos, pero menos populares en la industria. Y Airbus está preparando una ola de despidos, con más de 20 mil recortes dentro de Europa.
¿Qué tipo de oportunidades y opciones podrían explotar las compañías de este sector en el futuro para salir de su crisis? Según Deloitte, como prueba el caso de Volaris, el mejor curso de acción es fomentar la colaboración en la industria. ACI apunta que es necesario que todos los gobiernos y empresas cierren filas para trabajar en la confianza de los consumidores. Y en datos de Travel Daily News, es indispensable una coordinación internacional en la reapertura.