Las experiencias marcan nuestra vida. Van delimitando y determinando las líneas de nuestra vida. Son parte de los trazos que permiten leer a cada ser humano. Las experiencias son el conocimiento de la vida. Es sentir o percibir. Oler a la vida. Las marcas son el contexto en la vida de los compradores y los clientes. Nos permiten, en cierto sentido, adquirir al mundo a bocados. Son una forma efímera de tener control del mundo. Al comprar, mordemos al mundo. Tomamos el control y hacemos constancia de nuestro poder. Pequeño o grande. Todos los días compramos y nos apoderamos del mundo. Millones de compras ocurren cada minuto. Y las experiencias son buenas, devastadores y malas.
¿Cómo generar una experiencia efectiva a tus clientes?
No existe una recetario de cocina para encantar a los clientes. Las relaciones realmente efectivas son orgánicas, naturales y espontáneas. Únicas, completas e irrebatibles. Podemos sombrear algunas guías para experiencias efectivas entre clientes y marcas como:
1.Las experiencias alimentan y hacen vibrar la sensibilidad de algún sentido humano de los cinco que existen.
2.Las experiencias desafían y generan retos. No motivan a seguir con un estatus quo.
3.Las experiencias odian a la rutina.
4.Las experiencias sacuden a los clientes y generan emoción.
5.Las experiencias no se ensayan ni se planeen, suceden y no son administrables.