La tecnología e Internet han cambiado la forma en la que interactuamos con la vida, con el medio, con los demás e incluso con nosotros mismos. En México, tratándose del segundo país en América Latina con mayor penetración de Internet, esto es especialmente relevante.
Esta semana We Are Social y Hootsuite presentaron una actualización de su más reciente reporte con los datos de comportamiento en Internet a nivel global y por países. En nuestro país ya hay 88 millones de usuarios de Internet, lo que representa un 67 por ciento de la población y todos ellos son activos en redes sociales y la gran mayoría (84 millones) accede a ellas con sus dispositivos móviles.
De acuerdo con los datos, en 2018, se descargaron un total de 3 mil 124 Apps móviles en nuestro país, sumando un gasto total de 320,5 millones de dólares para los consumidores mexicanos.
Entre las más usadas, destacan WhatsApp, Facebook, Instagram, Spotify, Uber, Netflix, Twitter y aplicaciones de mensajería como Microsoft Outlook. En cuanto a las más descargadas, destacan adicionalmente de las ya mencionadas, Snapchat, Tik Tok y YouTube.
Unas estadísticas que crecen año con año, evolucionan a un ritmo vertiginoso y en las que nos vemos todos o casi todos incluidos. Si te paras a reflexionar, nuestro día a día se guía por el palpitar de las Apps que tenemos instaladas en nuestro dispositivo móvil.
En mi caso, el primer latido comienza a las 5:15 a.m. con Sleep Timer y una melodía que me inspira y motiva. Con esa App también recibo información sobre el clima y las noticias relevantes del día.
A las 5:30 a.m. viene mi sesión de meditación y estiramientos con mi playlist de Spotify y las video guías de la App Calm. A continuación, preparo el desayuno, me ducho y empaco todo para iniciar mi aventura en la Ciudad de México para llegar a la oficina.
En mi trayecto me acompañan, como a millones de mexicanos, Uber, la App de la red de transporte de CDMX y Spotify. Al llegar al trabajo, lo primero es checar WhatsApp, en donde tengo el 80 por ciento de mi actividad laboral directa y posteriormente el correo electrónico.
También me ayudan en mis tareas cotidianas como especialista en mercadotecnia, aplicaciones como Rapid, para envíos, otras aplicaciones de administración empresarial o para gestionar las llamadas y agenda diaria.
La “melodía de las Apps” también suena en otros ámbitos de mi vida fundamentales como es la banca móvil o la compra semanal gracias a Wal-mart Grocery App, Mercadito u otras aplicaciones similares, que nos permiten programar la compra semanal, productos frescos y tener la despensa llena en casa sin desplazarnos al mercado.
También puedo vigilar y hacer un seguimiento de mi salud con Clue, que me permite medir la temperatura corporal y la situación hormonal. Otras Apps nos facilitan la medición de los niveles de glucosa o la tensión, pudiendo prever cualquier crisis médica.
De regreso a casa, repito mi rutina de música, desplazamiento con Waze para saber cuál es la ruta más rápida y finalizo con otra sesión de ejercicios de relajación. Además, el fin de semana para viajar a Querétaro y visitar a la familia, también me suelen acompañar los latidos de Uber o Bla Bla Car.
Todas estas notas musicales y muchas que no he nombrado aquí, han simplificado mi rutina y mejorado mi calidad de vida, permitiendo que pueda pasar más tiempo con la familia, amigos y conmigo misma. La digitalización de nuestras vidas tiene un lado positivo que debemos aprovechar al máximo.