PorĀ Luis Miguel MartĆnez
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De acuerdo a un estudio realizado por los investigadores Roger Bohn y James Short de la Universidad de San Diego en E.E.U.U., los habitantes de ese paĆs consumen 1.3 trillones de horas de información fuera del trabajo, suficiente para 12 horas por persona al dĆa. El consumo de medios totaliza 3.6 zetabytes y 1080 trillones de palabras que corresponden a un poco mĆ”s de 100 mil palabras por persona al aƱo y unos 34 gigabytes por persona al dĆa, creciendo a un ritmo estable del 5 por ciento anual. Evidentemente, estos nĆŗmeros pueden ser inĆŗtiles si no tienen una referencia fĆsica significativa. AsĆ, 34Gb de información equivale a 7 pelĆculas al dĆa !! o casi dos veces el tamaƱo de la Wikipedia. Sin embargo, tanta información llega a nosotros gracias a la compresión digital.
Este proceso de reducción de tamaƱo de la información digital nos permite gozar de las bondades de la televisión digital, como los servicios de Sky, dish y cablevisión; o del radio digital, propiamente denominado HD Radio como los que ofrece el IMER o MVS Radio. Sin embargo, a la mayorĆa de nosotros se nos olvida que el mejor ejemplo de compresión lo tenemos en la mĆŗsica.
Un disco compacto permite almacenar 640 MB, y nos permite tener aproximadamente una hora de música sin compresión, dos horas de música comprimida sin pérdida y hasta 10 horas de audio con compresión MP3. Quienes hayan gozado de los discos de 33 1/3 RPM o LPs podrÔn apreciar los beneficios de la compresión.
Sin embargo, no todo es bondad en cuanto a la compresión. Pues hay dos problemas fundamentales con la compresión de datos, una es la pĆ©rdida de información y la dependencia de la tecnologĆa de compresión y descompresión (que implica un costo mayor).
Los puristas de la fotografĆa y del cine, aun siguen recordando que la fotografĆa digital es solamente una representación numĆ©rica de una imagen y que la gelatina con emulsión de plata es lo mĆ”s fiel para capturarla. Pero, los fanĆ”ticos de lo digital, indican que la fotografĆa digital ya tiene mĆ”s resolución que la analógica, pues el tamaƱo de los pixeles en comparación es menor a la de los granos del papel fotogrĆ”fico.
Los autores del citado estudio encontraron que en su muestra, el mayor consumo de información comprimida proviene de los videojuegos, seguido por televisión, pelĆculas, radio, telĆ©fono. Los tres primeros rubros representan mĆ”s del 90 por ciento del consumo actual de información comprimida sin considerar lo que proviene de la Internet.
Para fines prĆ”cticos, perder información no es relevante a muchas personas, sin embargo al ojo educado, la fotografĆa digital no tiene el brillo de la fotografĆa en “glorioso kodachrome” o el audio que proviene de un LP de los Beatles, no tiene comparación con la versión digitalizada. AsĆ lentamente, nos hemos vuelto mĆ”s tolerantes y hemos preferido cantidad sobre calidad. En esta vida en continua compresión, los espacios para disfrutar lo analógico se han vuelto escasos pero a la vez mĆ”s apreciados.
”No te desconectes!