Melbourne (Australia).- Es un hecho que muchos de los buenos hábitos que los niños adquieren han sido tomados de sus padres, para alegría de los progenitores; aunque igual de receptivos se muestran los hijos ante las costumbres nocivas. Según cifras que maneja el organismo australiano Transport Accident Comission encargado de concienciar sobre la seguridad vial en el país, es muy importante que los chicos y chicas entre 5 y 12 años tengan un buen modelo de conductor, pues sus hábitos al volante en el futuro dependerán en gran medida del ejemplo que tengan.
Para concienciar a los padres de ser prudentes en la conducción, la entidad ha difundido una campaña que muestra lo permeables y moldeables que pueden llegar a ser los hijos pequeños.
El spot arranca con la imagen de un niño que emula la conducción: sostiene el volante, mira por el retrovisor y…coge frecuentemente su teléfono móvil. En realidad, no son sus propias rutinas pues, según se observa, está ligado a su padre, quien está en el asiento delantero, mediante hilos y todos los movimientos que este hace inmediatamente son realizados por su hijo.
Se trata, por tanto, de una metáfora de cómo la actuación al volante de un padre puede influir en su hijo y cómo a menudo los progenitores ofrecen un mal ejemplo al contestar llamadas mientras conducen o mirar constantemente el teléfono móvil y no prestar la suficiente atención a la carretera.
En opinión de la entidad australiana este tipo de conductas “calan” en los hijos y lanza a los padres una pregunta: “¿Qué tipo de conductor estás creando?”.
La campaña lleva el sello de la agencia creativa Clemenger BBDO Melbourne bajo la dirección de Stephen Wolf.
En un solo tres días el vídeo ha recibido 30.000 visitas en YouTube.