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Digital parece ser el salvavidas de Victoria’s Secret, sin embargo, la marca está ante un serio replanteamiento de su negocio.
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Un elemento que no podemos perder de vista de la marca es el desempeño que ha logrado con el paso de los años.
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El cierre de tiendas se ha convertido en una acción común por parte de las marcas de moda, sobre todo tras el paso de la contingencia sanitaria.
Victoria’s Secret sigue viviendo una terrible pesadilla que tiene al retail en jaque y es el continuo cierre de puntos de venta físicos y un comercio electrónico que sigue sin garantizar la fortaleza a la que esta marca se acostumbró con aparadores y eventos tan magnánimos como el tradicional desfile de ángeles.
Todo ese glam ha dejado de brillar y ahora que la marca es terrenal se ha enfrentado a la fría realidad de las cuentas por pagar y de una marca que no ha podido levantar el vuelo, por el contrario, se ha asfixiado cada vez más con medidas como el cierre de sus puntos de venta.
La pesadilla sigue en Victoria’s Secret
Victoria’s Secret sabe que este 2021 no es un buen año cuando ya tiene planeado el cierre de 51 tiendas, que se suman a las 241 que cerró en 2020.
El movimiento anunciado por un reporte de la CNN advierte que la cadena cerrará entre 30 y 50 tiendas de Estados Unidos y Canadá, lo que contrae la presencia de la marca en América del Norte, uno de los mercados referencia por el volumen de consumidores con el que cuenta.
Con el cierre esperado, Victoria’s Secret se quedará solo con 848 tiendas entre ambos países, por lo que se despide de esos momentos en que subía la cortina mil 100 tiendas en la región.
L Brands, grupo dueño de la marca está en un proceso administrativo en el que está buscando la venta de Victoria’s Secret, como una forma de sacar ganancias a una marca que se niega a morir, pues apenas revelamos que la empresa había contratado a WPP, en una apuesta con la que estaba dispuesta a rescatar su negocio de la mano de todo un ecosistema publicitario.
El retail en una situación excepcional
El cierre de tiendas se ha convertido en una situación de gran impacto en el mercado y en este sentido es que hemos sido testigos de todo tipo de pautas, desde las cuales se vuelve indispensable entender el consumo.
Zara, por ejemplo, ha venido anunciando el cierre de sus tiendas y con ello una apuesta cada vez más seria a digital, sin embargo, a pesar de que la estrategia le ha servido a la marca, la maquinaria con que cuenta y que le ha permitido impulsar este canal no se compara con lo que ocurre en el mercado, donde estamos siendo testigos de tareas cada vez más audaces.
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