Por Alan Campos
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El pasado domingo arrancó en Melbourne, Australia la temporada 2014 de la Fórmula Uno, serial que desde hace cuatro años se encuentra bajo la hegemonía del alemán Sebastian Vettel, quien pese a dominar la categoría dentro de la pista no ha sabido trasladar ese éxito a su cuenta bancaria.
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Cualquier persona esperaría que un piloto que a los 26 años ha ganado en 4 ocasiones (de 5 posibles) la Fórmula Uno sería un imán para las mejores marcas alrededor del mundo; sin embargo la realidad no podría ser más diferente, ya que si bien el piloto de la escudería austríaca sí se encuentra entre los deportistas mejor pagados del mundo (posición 89), es apenas el tercer volante mejor pagado de la F1 y el octavo dentro del deporte motor.
Entre los factores por los que el piloto de Red Bull no ha logrado que su éxito en la pista se vea reflejado en su cuenta bancaria, destaca su personalidad reservada y alejada de los medios, no tiene cuenta de Twitter, contraria a la de otros pilotos como Lewis Hamilton o Fernando Alonso, los dos pilotos que se ubican por delante de Seb en cuanto a ganancias dentro de Fórmula Uno.
Es obvio que en el mundo actual las redes sociales juegan un papel fundamental para cualquier marca y por ende cualquier deportista susceptible de convertirse en embajador de alguna pierde valor al mantenerse alejado de éstas, pues reduce el alcance que se puede tener a través de ellas; por ejemplo Lewis Hamilton cuenta con un millón 980 mil followers y Alonso con un millón 950 mil.
Pero los ‘bajos ingresos’ que registra el alemán no se deben únicamente a su falta de presencia en redes sociales, sino a la escudería con la que participa, pues mientras que equipos como Ferrari o Mercedes pagan a sus respectivos pilotos cantidades superiores a los 25 millones de dólares; Red Bull ha logrado conservar al tetracampeón pagándole ‘únicamente’ paga 17 millones.
Asimismo cabe señalar que aún siendo la Fórmula Uno la máxima categoría del automovilismo, sus pilotos no son los más requeridos por las marcas pues mientras que pilotos como Fernando Alonso o Lewis Hamilton ganan 2 y 1.5 millones de dólares en patrocinios, respectivamente; pilotos como Dale Earnhardt Jr. o Valentino Rossi perciben más de 10 millones de dólares por parte de sus sponsors.
Sea como sea Sebastian Vettel nos demuestra que el ser un deportista exitoso no conllevará necesariamente el éxito financiero…o por lo menos nos demuestra que Seb necesita un nuevo agente.