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Antivacunas australianos ya no podrán entrar a las tiendas ni siquiera a comprar comestibles.
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Las restricciones sanitarias fueron reforzadas ante el incremento de contagios de Covid-19.
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Supermercados se suman a la prohibición de espacios públicos y de entretenimiento.
Un supermercado de Australia está generando debate en la industria del retail, pues ha prohibido todo tipo de compras a los clientes que no estén vacunados contra la Covid-19.
Esta medida sanitaria se ancla como un ejemplo en todo el mundo, pues aunque muchos la consideran discriminatoria, otros ven una oportunidad en las tiendas de comestibles para generar consciencia entre la población, promover la vacunación y parar la creciente cifra de contagios por las diferentes variantes de coronavirus.
La cadena de supermercados se llama IGA y tiene alrededor de mil 400 tiendas en Australia, por lo que al ser una de las marcas más grandes de la región, ha decidido sumarse a la iniciativa de otras empresas y las autoridades para frenar la propagación del virus entre comunidades aisladas.
Sin embargo, lo controversial es que, en todo el Territorio del Norte, los mil 455 puntos de venta ya no permiten realizar compras, ni siquiera de primera necesidad, a los antivacunas.
Y es que las nuevas reglas nacionales dicen que cualquier persona mayor de 16 años debe mostrar su prueba de doble vacunación cada vez que quiera ingresar a lugares de afluencia de alto riesgo, como cines, teatros, pubs, clubes, restaurantes y casinos.
Esto quiere decir que aquellos que no han sido pinchados no podrán disfrutar de ninguna actividad pública y ahora ni siquiera comprar víveres y enseres para el hogar, además de que todos los residentes deben usar máscaras faciales en todo momento que se encuentren fuera de casa.
A la prohibición de IGA se le sumó el operador de turismo Voyages, la Corporación Aborigen de la Comunidad Mutitjulu (MCAC), el Congreso Aborigen de Australia Central y el Gobierno del Territorio del Norte.
“Esta es una parte muy aislada del Territorio del Norte… Tenemos muchas personas allí con necesidades complejas”.
“Lo que queremos hacer es limitar el movimiento de personas dentro y fuera de Galiwin’ku y la isla Elcho… hay muchas patrias allí y se mueven entre sí en la isla”, dijo el lunes la viceministra principal Nicole Manison.
Todo esto ya que la variante Ómicron llegó oficialmente a Australia Central en diciembre y, desde entonces, ha generado un caos hospitalario luego de que el Territorio del Norte permitiera la entrada de todos los viajeros.
La cepa altamente contagiosa ha generado una serie de cuarentenas, por lo que ya que el gobierno busca aliviar la presión sobre el sistema de salud.
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