Por Luis Miguel Martínez
Correo: [email protected]
Twitter: @lmuia
Hace más de 30 años, cuando se implementó la Internet, se pensó en reglas o protocolos que permitieran realizar las comunicaciones de forma eficiente. Así, se definieron los números que indican dónde están conectados los equipos a Internet. Estas reglas indican, tal como sucede con los números telefónicos, que cada equipo conectado a Internet estará identificado con 4 juegos de números. Así el servidor de Merca 2.0 estará en 72.47.236.163.
Por la forma en que se asignaron estas combinaciones, desde hace años se sabía que por estas fechas se iban a agotar los números. Por esta razón, se diseñó un protocolo nuevo para Internet conocido como IPv6. El pasado 8 de junio de 2011 se realizó la primera prueba mundial de gran escala coordinada por la Internet Society, en el llamado World IPv6 Day.
IPv6 –Internet Protocol version 6–, es la siguiente generación del protocolo de direcciones para Internet –IP–, que busca complementar y en un futuro reemplazar al protocolo IPV4, actualmente usado. Para asegurar el crecimiento sostenido de la Internet como plataforma de innovación, IPV6 resuelve algunos problemas con IPV4, principalmente el número de direcciones disponibles. Mientras las base tecnológica de IPV6 es sólida, aún se requiere implementar y comenzar a utilizar el potencial de IPV6.
Durante el último año se ha comunicado extensivamente el agotamiento de las direcciones IPv4 que usa la Internet para conectar equipos y dispositivos de comunicaciones; esto sería una limitante, casi una catástrofe en su crecimiento, de no ser por la existencia de otra versión más avanzada de direccionamiento.
De no existir IPv6 –versión seis del protocolo de Internet–, significaría que ya no se podrían integrar equipos y la estabilidad de la Internet tendría serios retos para mantenerla.
La principal motivación para el diseño y despliegue de IPv6 fue la expansión del espacio de direcciones disponible en Internet, permitiendo así que se conecten billones de nuevos dispositivos –PDAs, teléfonos móviles, etc.–, nuevos usuarios y tecnologías “siempre- conectadas”.
El protocolo existente, IPv4, dispone solo de 32 bits de direcciones proporcionando un espacio teórico de 232 –aproximadamente cuatro mil millones– interfaces de red únicas globalmente direccionables. IPv6 en cambio tiene direcciones de 128 bits y por tanto puede direccionar 2128 interfaces de red –340.282.366.920.938.463.463.374.607.431.768.211.456–.
El nuevo protocolo IPv6 es imprescindible para que Internet siga creciendo ya que el pasado 3 de febrero la corporación que asigna los números de Internet –ICANN– asignó los cinco últimos bloques de direcciones de acceso del actual protocolo IPv4.
La necesidad es más imperante en países como China, que está creciendo muy rápidamente o Japón, pero también en otros países asiáticos o africanos con un número de direcciones IP asignados muy limitados.
De esta forma, el World IPV6 Day sirvió como plataforma para la prueba del protocolo y nos asegura que sigamos conectados y avancemos hacia la Web 3.0 y el Internet de las “cosas”.