Para nadie es un secreto que una de las industrias más afectadas por el brote de coronavirus es el sector retail.
Con cierres masivos de tiendas en diferentes países, un músculo de e-commerce débil aun en muchos países así como y una cadena de suministro frenada de manera importante, los desafíos son sin duda importantes.
Minoristas en contingencia
Ante las medidas solicitadas por las autoridades de gobierno, muchas tiendas tuvieron que bajar sus cortinas, medidas que el día de ayer se agudizaron cuando menos en la Ciudad de México ante la solicitud del gobierno capitalino de cerrar centros comerciales y plazas. El estimado de la jefatura de gobierno es que en la Ciudad de México existen 338 centros comerciales.
El escenario no es exclusivo de México. La afluencia a puntos de venta físicos ha bajado de manera radical ante las exigencias sanitarias.
Para darnos una idea de contexto, estimaciones de Statista indican que el 74.6 por ciento de los consumidores en Estados Unidos, por ejemplo, ha evitado ir a los centros comerciales y un 52.7 por ciento a las tiendas físicas en general durante las últimas dos semanas.
Aunque es cierto que los supermercados se mantienen abiertos, la realidad es que conforme la epidemia avanza la frecuencia en las visitas así como el ticket promedio disminuye.
Caída del 60 por ciento
Y es que luego de representar un pico de ventas, al paso de las semanas el sector retail ha visto diminuido este indicador.
Cuando menos así lo refiere Leslie Alonso, gerente de operaciones de Pabis Retail, quien dentro de un informe entregado por dicha compañía aseguró que luego de las compras de pánico -realizada en el país durante la semana del 16 de marzo-, las ventas entre los minoristas han caído.
“Este factor es claro interpretarlo pues en esa semana las ventas de diferentes categorías crecieron en promedio 97.5 por ciento y los inventarios cayeron 65 por ciento”, según Leslie Alonso.
Entender al nuevo shopper
Estas cifras obligan a entender un contexto totalmente nuevo para el sector retail, mismo que cuando menos será vigente hasta que termine este año.
Por un lado, tenemos a un consumidor cauto en sus compras que aunque comparte características en hábitos con los shoppers que han pasado otras crisis como economicas, hoy son más estrictos al entender la magnitud del problema tanto en el aspecto de salud como en el impacto que la pandemia tendrá en sus bolsillo.
De esta manera, según el análisis de Pabis Retail, las familias están administrando mejor sus presupuestos por lo que están destinando su dinero para recomprar productos de canasta básica y productos de limpieza, y reduciendo el consumo de otras categorías como salud y belleza o bebidas alcohólicas.
Por otro lado, tenemos un shopper que ahora por necesidad está entendiendo mejor el mundo del comercio electrónico.
Esto supone que es probable que se registre una tasa de mayor uso, misma que podría mantenerse a largo plazo y como parte de los hábitos del shopper mexicano.
En los primeros 21 días de la pandemia en México, estimaciones de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) indicó que ahora dos de cada 10 personas ya realizan su compra de despensa a través de sitios online, el 57 por ciento de éstos porque no encontraron el producto en la tienda física; además seis de cada 10 pide comida a domicilio.
El sector debe cambiar
Con todos estos puntos, que claro que el sector está obligado a cambiar ante un shopper que vivirá una transformación obligada en sus hábitos.
La primera exigencias será excelencia en la ejecución de las propiedades y tiendas digitales. En esta contingencia el e-commerce se hará un lugar conocido para un mayor número de personas que habrán de entender sus ventajas y beneficios.
Estos pondrá un nuevo reto para los puntos de venta físicos que ofrecer algo más que un portafolio amplio y ofertas de temporada para cautivar al shopper.
El contexto se está moviendo y cambiará rápidamente, con lo que la capacidad de flexibilidad del retail se pondrá a prueba.