Ikea no sólo ha dejado atrás la pandemia, sino que está superando en ventas los números de 2019, cuando el coronavirus aún era desconocido para el común de la gente.
Los datos comunicados este 14 de octubre son elocuentes y demuestran que la estrategia de marketing ideada por el grupo de origen sueco es brillante.
Según la información proveniente de Estocolmo, Inter Ikea, uno de los holding que tiena la franquicia de la marca que fabrica y vende muebles más grande del mundo, reportó ventas minoristas anuales récord por 41.950 millones de euros, algo más de 49.000 millones de dólares.
El otro, Ingka Group, que tiene la mayor parte de las tiendas y las operaciones de comercio electrónico, dijo por separado que sus ventas minoristas aumentaron un 6 por ciento en el mismo año fiscal, hasta los 37.500 millones de euros (casi 44.000 millones de dólares).
Eso fue un dos por ciento más alto que los niveles previos a la pandemia, el director ejecutivo de Ingka, Jesper Brodin.
Este resultado extraordinario se logró a pesar de la “crisis de los contenedores” que afecta a las cadenas de suministro global. La causa de los muy buenos números de Ikea: que los consumidores confinados en sus casas gastaron mucho más para mantener y mejorar sus hogares.
El comercio electrónico para el año fiscal hasta agosto de Inter Ikea creció un 72 por ciento para representar el 25 por ciento de las ventas minoristas totales.
La estrategia de marketing de Ikea a nivel global es amplia y tiene múltiples aristas.
Por un lado, por ejemplo, está probando nuevos diseños de tiendas que cambian el formato de salas de exhibición con diseños alejados de los clásicos.
Es una de las varias estrategias que está explorando para mantener la venta “física” mientras se adapta al comercio electrónico.
Una tienda de Shanghai, por ejemplo, fue renovada para probar lo que la marca llama “formato de tienda del futuro”. Es un espacio donde los visitantes pueden pasar horas haciendo otras cosas, además de comprar.
Junto con la sala de exhibición y la tienda de artículos pequeños, hay un espacio con sillones y mesas donde la marca espera que los consumidores pasen el rato con amigos.
También hay un restaurante que ofrece menús sanos y elaborados con productos obtenidos de forma sostenible y un “Maker’s Hub” donde los empleados ayudan a los clientes a reparar muebles viejos y construir nuevos.
Ikea abrió su primera tienda en México y está explorando nuevas ciudades y más países en América Latina para desembarcar. Tiene un memorando de entendimiento firmado en 2018 con Falabella, el gigante del retail de origen chileno y con fierte presencia en la región.
